Porque escribir

…“Rinaldo, Rinaldo te estamos esperando, ahora vamos a hacer un tema de Rinaldo, poné más agudo esto”… “Hola, hola, hola, parezco un político. No se escucha parece…Bueno, este, yo voy a hacer un tema que se llama La Niña… Esteeee… La niña es, …esteee… es muy dulce, muy mansa… ¡Que pasa!, ¡que pasa!, hola, hola. Bueno,… escucha la letra porque yo, esteeee, mejor cuando se escribe que cuando se habla... Y después queda, ¡viste!....”

Rinaldo Rafanelli, en concierto de despedida Sui Generis 1975

lunes, 16 de marzo de 2015

CLASE 11 DE MARZO

La clase comienza a las 19:00. Explico algunos detalles de mi desarrollo profesional, fundamentalmente el cómo me fui haciendo experto en desarrollar experiencias pedagógicas en contextos de alta complejidad, vulnerabilidad (palabra que a muchos sociólogos o estudiosos críticos de la niñez y adolescencia no gusta), riesgo social, etc. La experiencia de desarrollar una apuesta pedagógica en la orilla de un abismo provocado por la profunda y oprobiosa desigualdad, presente siempre en la historia de Chile, pero profundizada a un grado vergonzoso en los último 40 años.

El el contexto anterior damos un repaso al modelo educacional instalado en dictadura, el que, de la mano del modelo neoliberal, transformó completamente la forma de relacionarnos y de pensar en nuestro país, atomizándonos, segregándonos y generando una cultura de la ignorancia y la superficialidad de la cual no salimos aún. 

La escuela chilena está lejos de desarrollar pensamiento complejo en sus estudiantes y, probablemente, esa carencia es, la que en definitiva ha querido instalar este modelo. De otra manera no me explico que el concepto de calidad esté todavía y porfiadamente ligado al de una prueba como la del SIMCE. En fin
Termina la primera sesión con un par de juegos. En primer lugar con uno de presentación y uso de los dos hemisferios cerebrales, finalmente otro juego de presentación junto a un test proyectivo. Cerramos la noche con la importancia de incorporar elementos propios de las ciencias sociales a nuestro trabajo cotidiano. De la psicología, y para comenzar a comprender la complejidad de nuestro hacer pedagógico cotidiano, debiésemos considerar al menos estos 3 ámbitos.
- Test proyectivos
- Intervención en crisis
- Comunicación no verbal

Cerca de las 22:00 hrs finaliza la primera sesión sin actividad para trabajar durante la semana

domingo, 8 de marzo de 2015

EL PESO DE LAS CREENCIAS - Cuento oriental

Este breve cuento, encontrado en algún rincón azaroso del planeta virtual me conecta de inmediato con un tema que desde hace mucho tiempo hemos venido trabajando en formación inicial de profesionales de la educación: El de las preconcepciones. Pareciera que el efecto devastador en el desarrollo de pensamiento complejo, provocado por los años de escolaridad en este modelo global instalado en dictadura y "perfeccionado" en los siguientes años por los sucesivos gobiernos del binominal, ha permeado a nuestros estudiantes de pedagogía de manera tal que ni siquiera los 5 años de formación universitaria han sido capaces de estremecerlos al grado de modificar su forma de concebir el aula y los procesos pedagógicos vividos en la escuela... Aunque, para ser coherente con la reflexión crítica que hemos venido instalando en las páginas precedentes, la institución universitaria tampoco escapa a este adormecimiento intelectual de nuestros profesores, más bien termina promoviéndolo, con sus metodologías que no dan cuenta de la realidad. La universidad pedagógica forma profesores para una escuela que no existe en la realidad y para estudiantes ideales, que tampoco existen. Peor este es un interesante tema para otra reflexión. He aquí el cuento en cuestión.

EL PESO DE LAS CREENCIAS
Dos jóvenes monjes fueron enviados a visitar un monasterio cercano. Ambos vivían en su propio monasterio desde niños y nunca habían salido de él. Su mentor espiritual no cesaba de hacerles advertencias sobre los peligros del mundo exterior y lo cautos que debían ser durante el camino. Especialmente incidía en lo peligrosas que eran las mujeres para unos monjes sin experiencia:

– Si veis una mujer, apartaos rápidamente de ella. Todas son una tentación muy grande. No debéis acercaros a ellas, ni mucho menos hablarles y, por descontado, por nada del mundo se os ocurra tocarlas. Ambos jóvenes aseguraron obedecer las advertencias recibidas, y con la excitación que supone una experiencia nueva se pusieron en marcha. Pero a las pocas horas, y a punto de vadear un río, escucharon una voz de mujer que se quejaba lastimosamente detrás de unos arbustos. Uno de ellos hizo ademán de acercarse.

-Ni se te ocurra -le atajó el otro-. ¿No te acuerdas de lo que nos dijo nuestro mentor?
-Sí, me acuerdo; pero voy a ver si esa persona necesita ayuda- contestó su compañero.

Dicho esto, se dirigió hacia donde provenían los quejidos y vio a una mujer herida y desnuda.
-Por favor, socorredme, unos bandidos me han asaltado, robándome incluso las ropas. Yo sola no tengo fuerzas para cruzar el río y llegar hasta donde vive mi familia.

El muchacho, ante el estupor de su compañero, cogió a la mujer herida en brazos y, cruzando la corriente, la llevó hasta su casa situada cerca de la orilla. Allí, los familiares atendieron a la asaltada y mostraron el mayor agradecimiento al monje, que poco después reemprendió el camino regresando junto a su compañero.

-¡Dios mío! No sólo has visto a esa mujer desnuda, sino que además la has tomado en brazos.
Así era recriminado una y otra vez por su acompañante. Pasaron las horas, y el otro no dejaba de recordarle lo sucedido.

-¡Has cogido a una mujer desnuda en brazos! ¡Has cogido a una mujer desnuda en brazos! ¡Vas a cargar con un gran pecado!

El joven monje se paró delante de su compañero y le dijo:
-Yo solté a la mujer al cruzar el río, pero tú todavía la llevas encima.

domingo, 1 de marzo de 2015

INSTANTES. EL ÚLTIMO POEMA

Respecto del siguiente texto la amplia mayoría de las personas se lo adjudica a Borges, pero hay algunos que siembran la duda y hablan de otras autorías, como la de una poetisa nosteamericana Nadine Stair, quien lo habría publicado en 1978. Como está instalada la duda me quedo en ella y no sé a quién reconocer como autor de tan decidor texto. Me hace mucho sentido con la actividad que hace un tiempo les presenté respecto de los epitafios, aunque esta vez se trata de un a persona que está en la etapa final de su vida, que realiza las necesarias evaluaciones de lo que ha sido y no ha sido, y se da cuenta, con toda la pena y la inmutabilidad de aquello que ya no tiene vuelta, de que faltó por hacer tantas y tantas cosas, que termina abrumándose. Lo imagino en perspectiva de profesor o profesora, aquel o aquella maestra que se fue quedando en el camino, él o la que perdió la vertiginosa velocidad inicial, la inagotable fuente de sueños, las energías renovables día a día, las ganas de mover el mundo, la actitud desafiante y revoltosa del maestro que siembra dudas, chispas colmadas de energía, preguntas y posibilidades, en medio de la nada oscura. Ese o esa maestra que olfateando la proximidad de la muerte, se mira a sí mismo o a sí misma y de pronto, en un arranque asaz de lucidez, reconoce la delgada huella que dejará su historia. Todo un tema para una reflexión pedagógica

INSTANTES. EL ÚLTIMO POEMA

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.

Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.

Iría a más lugares a donde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría. Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos. Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría descalzo hasta concluir el otoño. Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres, y jugaría con más niños, si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años...
Y sé que me estoy muriendo.

sábado, 28 de febrero de 2015

COYOLXAUHQUI: LA LUNA AZTECA prefacio 2

COYOLXAUHQUI: LA LUNA AZTECA

Prefacio con recuerdos de CIP CRC San Bernardo – Parte 2

La cinta comenzaba con un sonido ambiental amplificado, la sensación inminente de peligro. No había balas en los primeros 15 segundos, mala señal para los muchachos. Algunos se impacientaban, me miraban como desaprobando mi invitación, otros (los pocos) se iban tan rápido como llegaron. La mayoría se quedaba y observaba en silencio. Yo les explicaba el sentido de las cinta, intentaba contextualizar la realidad del mundo cuando nada era como lo es hoy. Un planeta sin edificaciones, sin tecnología avanzada, sin la ropa necesaria para caminar sin frío, sin casas, ni carreteras, ni armas de fuego, ni la inteligencia para hacer el fuego. Hombres y mujeres abandonados a su suerte y a su rudimentario ingenio. La batalla por la sobrevivencia, donde lo único que quedaba era el trabajo en equipo y confiar en la sabiduría de los más ancianos. Quien poseía el fuego contaba con la posibilidad cierta de sobrevivir, lo que implicaba calor, seguridad contra las bestias salvajes hambrientas de carne humana. Quien perdía el fuego en esta dura batalla por la vida, quedaba en el más absoluto de los desamparos. La historia cierta de nuestros antepasados. Palabras y emoción no me faltaban.

Transcurridos los primeros 15 minutos, estaban todos hipnotizados por la cinta. Los rudos y jóvenes prisioneros parecían adormecerse con la francesa lentitud de las imágenes y reían con las aventuras de los 3 protagonistas, neanderthales con muchas carencias y en pleno proceso de elaboración de pensamiento complejo.

Bella película que en un breve espacio de casi dos horas era capaz de mostrarnos temas complejos y necesarios de instalar en la plana y agreste rutina carcelaria: El desarrollo de las emociones, tan básicas y fundamentales como la risa, el amor, la pasión sexual y la exploración profunda que implicó mirarse a los ojos, la lealtad, la perseverancia, la valentía. En fin el viaje como un complejo proceso de descubrimiento e iniciación.

La cinta finaliza, y por eso la conexión caprichosa que estableció mi memoria, con el protagonista y su compañera embarazada, mirando, obnubilado, casi en estado de éxtasis, completamente ajeno e ignorante a su devenir, con un cierto arrobamiento y temor, a la más redonda y luminosa de las lunas, brillante, inescrutable, maravillosa, tan presente, tan real, pero tan desconocida. La Luna.

COYOLXAUHQUI: LA LUNA AZTECA prefacio 1

COYOLXAUHQUI: LA LUNA AZTECA

Prefacio con recuerdos de CIP CRC San Bernardo - Parte 1
Recuerdo una película asombrosa que veíamos cada cierto tiempo, cuando llegaban nuevos condenados (cosa que pasaba todos los días) con los muchachos de CIP CRC San Bernardo: “La Guerra del Fuego”. Una cinta ubicada en las antípodas del gusto por la violencia holliwoodense de los “cabros”, cargada de muertos, mafias, sexo, explosiones grandilocuentes, drogas, armas de todo calibre, dinero a raudales, en fin.

Yo intentaba establecer una mínima introducción histórica mientras armaba los equipos. La mayoría de las veces estaba solo y los cables volaban en mis manos, conectando el data con el notebook, ojos bien alertas mirando los ángulos imposibles de la sala, los cables del audio, mezclados con los de la imagen, los parlantes, el alargador, cables, cables y más cables. Una verdadera tentación para los expertos en electrónica, que todo lo convertían y reciclaban. Cualquier cable podía servir como cargador de teléfonos celulares que, aunque prohibidos en la cárcel, abundaban en cada pabellón. No había “chorizo” sin celular y cuando estos escaseaban, luego de algunos allanamientos certeros, los pocos que quedaban causaban más disputas que cualquier tensión territorial y los muchachos andaban con una desesperación que rayaba en el síndrome de abstinencia. Yo conectaba los cables con toda rapidez, pero no atolondrado. 

Cualquiera que me viera no podía ni siquiera olfatear la tensión que me embargaba, mi puesta en escena exterior era siempre perfecta, rostro sereno, chispeante, amable, dicharachero, activo, siempre activo y casi siempre despierto, vivo. A ratos, sobre todo las primeras veces, bastaba un segundo de descuido para ver prácticamente desaparecer frente a mis ojos algún tipo de conector. Yo, simplemente, no podía sino admirar la agilidad felina de los dedos raptores y el trabajo actoral de los rostros, perfectos falseadores. Entonces sólo me quedaba hacerme el ofendido y con mayor presteza aún que la ocupada para armar los equipos, comenzaba el proceso inverso de guardado. Sin un cable no podía verse nada de nada, por lo cual había que dar por concluido el proceso de cine por esa tarde. 

Al principio era tremendo, todos se enfurecían conmigo por “venderla”, o sea, por no ser lo suficientemente pillo como para haber evitado el mini robo y más encima por haberles “paqueado” la película, o sea, por haber impedido la continuidad del espectáculo. Yo impertérrito, daba las explicaciones necesarias y me marchaba con la rapidez del rayo. Luego la cosa se fue aquietando y aquietando hasta convertirse en una experiencia genial. Entremedio de las actividades formales nos dábamos todo el tiempo del mundo para dialogar, escuchar, establecer lazos, hablar sobre el mundo y sus complejidades. Yo siempre me dirigí a ellos con respeto, pese a sus frecuentes salidas de madre. Comenzaron a encontrar algo diferente en mí, que sé yo, tal vez el simple acto de sentarse sin apuro y sin prejuicio a escucharlos y reírse con ellos era la llave indicada. Me esperaban ansiosos para saber qué les traía de nuevo, yo les pasaba los equipos y ellos lo instalaban y, de cuando en cuando, si algún novato queriendo ganar puntos con los avezados, se guardaba alguna de las cosas, eran sus mismos compañeros los que arreglaban el entuerto con sólo una mirada o una senda amenaza. El cable volvía a su sitio y la función comenzaba.

domingo, 15 de febrero de 2015

ESCUELA - Federico García Lorca

Dos breves textos sobre la escuela y los profesores, del notable y trágico poeta español Federico García Lorca, con el ritmo sonoro y visual tan característico de su poesía.


ESCUELA 

MAESTRO
¿Qué doncella se casa con el viento?

NIÑO
La doncella de todos los deseos.

MAESTRO
¿Qué le regala el viento?

NIÑO
Remolinos de oro y mapas superpuestos.

MAESTRO
Ella ¿le ofrece algo?

NIÑO
Su corazón abierto.

MAESTRO
Decid cómo se llama.

NIÑO
Su nombre es un secreto.

La ventana del colegio tiene una cortina de luceros.

CANCIÓN PRIMAVERAL

Salen los niños alegres de la escuela,
poniendo en el aire tibio
del abril canciones tiernas.

¡Qué alegría tiene el hondo silencio de la calleja!
Un silencio hecho pedazos
por risas de plata nueva.

FEDERICO GARCÍA LORCA

MI VIDA FRENTE A LOS PUPITRES

Este texto, escrito por el escritor, político y cantautor aragonés, José Antonio Labordeta (1935 - 2010) nos sitúa en el "final del viaje" de un viejo profesor, en el último girar de la rueda de su vida, cuando todo lo que queda es mirar hacia atrás, sin posibilidad alguna de desandar el camino, cargado de preguntas, muchas de las cuáles ya no se responderán: "qué pude haber hecho y no hice", "cómo me recordarán mis estudiantes", "¿habrá sido mi labor importante y significativa par
a sus vidas?, ¿habré cometido muchos errores, o tal vez muy pocos?, ¿he vivido una vida plena?, ¿he sido fiel a mis principios?. En fin. Este es un texto ideal para hacer un mínimo ejercicio de instrospección y aventurar ese futuro en que sólo nos quede cargar con lo preciso nuestro equipaje de sueños y echar a andar hacia adelante, saludando a la muerte como quien saluda a una vieja enamorada, de la que habíamos perdido todo rastro.

Y de paso, no pierdan la posibilidad de conocer el legado de Labordeta, su poesía, su música, su necesidad rabiosa de libertad, su consecuencia. Para muestra, al final del poema que he seleccionado, les dejo su canto más significativo: SOMOS

MI VIDA FRENTE A LOS PUPITRES

Mientras vosotros estáis con los grafismos
contándome la historia de los tiempos
escribo en el silencio de las aulas
palabras nostálgicas, recuerdos.

Mientras vosotros habláis de socialismos,
de movimiento obrero, de Bismarck el guerrero,
contemplo los objetos perdidos en el cielo
y escribo versos, tiernos versos de amor y regocijo.

Mientras crecéis para hombres y mujeres
y del ojo infantil os cuelga tanta vida,
asumo nostálgico este tiempo
que apenas si me queda entre mis dedos.

Mientras vosotros vais,
yo vengo.

Doloroso es cruzarse en el camino.
(de "Método de lectura")

SOMOS

BUENOS MAESTROS - MAESTROS FASCINANTES


BUENOS MAESTROS - MAESTROS FASCINANTES

Breve Introducción
Interesante texto que la verdad no recuerdo dónde encontré y que habla sobre nosotros, sobre la fina pero fundamental diferencia que nos distingue de muchas personas con título de profesor, pero cuya práctica está lejos de representar el educador que se hace necesario hoy para darle un sentido profundo a la pedagogía, para impactar en nuestros estudiantes, para mover los hilos de la historia, para hacer girar la rueda del tiempo, para convertir en realidad el sueño de un mundo justo para todos y todas... Ahí les va el texto.

"Los buenos maestros tienen buena cultura académica y son elocuentes, mientras que los maestros fascinantes tratan de entender el funcionamiento de las mentes de sus alumnos para poder educarlos mejor.

Los buenos maestros tienen una metodología y son didácticos, mientras que los maestros fascinantes tienen la sensibilidad para hablar a los corazones de sus alumnos.

 Los buenos maestros educan la inteligencia lógica, mientras que los maestros fascinantes educan la emoción, enseñan a sus alumnos a explorar su propio ser.

Los buenos maestros usan la memoria como depósito de información, mientras que los maestros fascinantes la usan para estimular la creatividad.

Los buenos maestros son temporales, mientras que los maestros fascinantes son inolvidables.

Los buenos maestros corrigen el comportamiento, mientras que los maestros fascinantes resuelven los conflictos en el salón de clases con inteligencia.

Los buenos maestros educan para una profesión, mientras que los maestros fascinantes educan para la vida."

viernes, 13 de febrero de 2015

CUENTO TIBETANO

Les dejo un breve pero interesante texto para rflexionar respecto de la forma en que en nuestras escuelas estamos resolviendo los temas complejos como es el de la violencia, física, estructural o verbal. Una de las características de las cuales no debemos enorgullecernos es nuestra reactividad. Pareciera que las "malas palabras" nos desestructuran", sobre todo si están dirigidas a nosotros. Los manuales de convivencia escolar de las escuelas no son sino, en la amplia mayoría de los casos, una serie larga y agotadora de sanciones para una serie aún más larga de faltas. La educación preventiva no existe, la disciplina pedagógica tampoco, asociamos disciplina con castigo, rectitud, orden militarizado, silencio, control. La vieja creencia de ACCIÓN/REACCIÓN, manifestada por un mal profesor en la cinta "Los Coristas". La pregunta abierta y que debe ser contestada es
¿Cómo resolvemos pedagógicamente los temas de tensión y violencia en la escuela?. Frente a esta pregunta se abren múltiples posibilidades que ya se irán considerando en el transcurso de este proceso de reflexión.
He aquí entonces el cuento:

"Durante muchos años el Buda se dedicó a recorrer ciudades, pueblos y aldeas impartiendo sus enseñanzas. Pero en todas partes hay gente aviesa y desaprensiva. Así, a veces surgían personas que desafiaban al maestro y le insultaban ásperamente. El Buda jamás perdía la sonrisa y mantenía una calma imperturbable. Hasta tal punto conservaba la quietud y la expresión del rostro apacible, que un día los discípulos, extrañados, le preguntaron:
¿cómo puedes mantenerte tan sereno ante los insultos?
Y el Buda repuso:
Ellos me insultan, ciertamente, pero yo no recojo el insulto. Si alguien te quiere entregar un objeto pero tú te niegas a recogerlo, él se queda con el objeto y no tú."
CUENTO TIBETANO

LA ESCUELA: estudio preliminar - parte 2

La escuela como lugar de encuentro en el diálogo, en la reflexión, en la crítica reflexiva.

La escuela propiciando encuentro con los pobladores, organizando a la comunidad, promoviendo las asociaciones, los grupos de trabajo, los colectivos de pensamiento. Organizando a los jóvenes, fomentando sus reuniones y la expresión libre de sus ideas y proyectos

¿Has pensado en realizar algunas de tus ideas?, ¡Hay formas de hacerlo, y de organizarlo y de proponerlo!.

La escuela facilitando actividades para trabajar en conjunto con la comunidad: taller de batucada, murales, mosaico, fanzines, rock, esténcil, cuentacuentos, semana costumbrista con la JJVV, rescate de la historia local, presentaciones teatrales anuales (al menos 2 por año, dentro o fuera de la escuela), taller de cine, encuentros de poesía, yoga, filosofía en la escuela, baile, pueblos originarios, carnaval callejero (POR AHORA)

La escuela como lugar de encuentro de exposiciones de sus estudiantes u otras personas del barrio. La escuela como lugar de creación, de producción de ideas, de experimentación, que considere el arte y su multiplicidad de expresiones como corolario sublime del currículo. La escuela ciudad, la escuela a escala humana, la escuela que lleve sus propias actividades culturales a los barrios de sus alumnos, lo mismo el carnaval, tal vez alguna de sus actividades principales, tal vez un cierre de año, o un aniversario.

La escuela como lugar para aprender a ser feliz.
(POR AHORA)

jueves, 12 de febrero de 2015

AYUNO DEL CORAZÓN

Una bella y profunda historia del maestro Chuang (Chuang Tzu, Zhuangzi, o Chuang Tse), uno de los máximos exponentes de la doctrina filosófica del Tao. El texto es ideal para meditar al comienzo de un gran y desafiante proyecto, al empezar un nuevo ciclo, una nueva vuelta de esta gran y eterna rueda del tiempo.

AYUNO DEL CORAZÓN
Yen Hui, el discípulo favorito de Confucio, apareció para despedirse de su Maestro.
"¿Dónde vas?", preguntó Confucio.

"Voy a Wei"

"¿Y para qué?"

"He oído que el príncipe de Wei es un individuo autoritario, sensual y totalmente egoísta. No se preocupa en absoluto de su gente y se niega a admitir cualquier defecto en su persona. No presta la más mínima atención al hecho de que sus súbditos mueren por doquier. Todo el campo está lleno de cadáveres como heno en un prado. El pueblo está desesperado. Pero yo le he oído decir, Maestro, que se debe abandonar el estado bien gobernado e ir al que esté sumido en el desorden. A las puertas del médico hay abundantes enfermos. Deseo aprovechar esta oportunidad para poner en práctica lo que he aprendido de usted y ver si puedo lograr alguna mejora de las condiciones de aquel lugar".

"¡Ay!", dijo Confucio, "no te das cuenta de lo que haces. Atraerás el desastre sobre tu cabeza. El Tao no necesita de tus anhelos y sólo lograrás desperdiciar tus energías con tus mal encaminados esfuerzos. Al desperdiciar tus energías, te encontrarás confuso y después ansioso. Una vez que te invada la ansiedad, ya no serás capaz de ayudarte a ti mismo. Los antiguos sabios empezaban por buscar el Tao en ellos mismos, después miraban a ver si encontraban en los demás algo que se correspondiera al Tao, tal como ellos lo conocían. Pero si tú mismo no tienes el Tao, ¿qué ganas tú desperdiciando el tiempo en vanos esfuerzos por llevar al camino correcto a unos políticos corruptos?. No obstante, supongo que has de tener alguna base para tus esperanzas de éxito. ¿Cómo te propones conseguirlo?".

Yen Hui respondió: "Pretendo presentarme como un hombre humilde y desinteresado, que sólo busca hacer lo que está bien y nada más: un planteamiento sencillo y honesto. ¿Ganaré con esto su confianza?".

"Por supuesto que no", replicó Confucio. "Ese hombre está convencido de que sólo él está en lo cierto. Podrá fingir ante el público que se toma interés en un patrón objetivo de justicia, pero no te dejes engañar por ello. Él no está acostumbrado a que nadie se le oponga. Su método es confirmarse a sí mismo que está en lo cierto pisoteando al resto de la gente. Si esto lo hace con hombres mediocres, con más seguridad aún lo hará con alguien que representa una amenaza para él al afirmar que es un hombre de grandes cualidades. Él se aferrará tozudamente a su método. Podrá fingir que está interesado en tus palabras acerca de lo que es objetivamente bueno, pero en su interior no te oirá y no lograrás cambio alguno. No llegarás a ninguna parte de esta manera".

Yen Hui dijo entonces: "Muy bien. En lugar de oponerme a él directamente, mantendré mis propios valores interiormente, pero exteriormente fingiré ceder. Apelaré a la autoridad de la tradición y a los ejemplos del pasado. Aquel que interiormente se niega a aceptar compromisos es tan hijo del Cielo como cualquier gobernante. No me apoyaré en ninguna enseñanza propia y, por tanto, no tendré preocupación alguna sobre si se aprueba mi conducta o no. Finalmente seré aceptado como una persona desinteresada y sincera. Todos llegarán a apreciar mi candor y así seré un instrumento del Cielo en medio de ellos. De esta manera, cediendo obedientemente ante el príncipe como hacen otros hombres, inclinándome, arrodillándome, postrándome como cualquier sirviente debe hacer, seré aceptado como limpio de culpa. Así, otros tendrán confianza en mí y gradualmente empezarán a usarme, viendo que tan sólo deseo hacerme útil y trabajar para el bien de todos. Seré así un instrumento de los hombres. Mientras tanto, todo lo que tenga que decir será expresado en términos de la antigua tradición. Trabajaré con la sagrada tradición de los sabios de la antigüedad. Aunque lo que diga pueda ser objetivamente una condena de la conducta del príncipe, no seré yo el que la pronuncie, sino la propia tradición. De esta forma, seré perfectamente honesto sin ser ofensivo.
Así, seré un instrumento de la tradición. ¿Cree usted que es ésta la forma correcta de abordar la cuestión?".

"Desde luego que no", dijo Confucio. "¡Tienes demasiados planes de acción, mientras que ni siquiera has conocido al príncipe u observado su carácter! En el mejor de los casos, tal vez puedas librarte y salvar tu pellejo, pero no conseguirás cambiar absolutamente nada. Tal vez él se adapte superficialmente a tus palabras, pero no existirá un cambio real en su actitud".

Yen Hui dijo entonces: "Está bien, esto es todo lo que se me ocurre. ¿Querría usted, Maestro, decirme qué sugiere?".

"¡Debes ayunar!", dijo Confucio. "¿Sabes a qué me refiero cuando hablo de ayunar? No es fácil. Pero los caminos fáciles no provienen de Dios".

"¡Oh!", dijo Yen Hui. "¡Estoy acostumbrado al ayuno! En casa éramos pobres. Pasábamos meses sin ver carne o vino. Eso es ayuno, ¿no es así?".

"Bueno, puedes llamarlo 'observar un ayuno', si quieres", dijo Confucio, "pero no es el ayuno del corazón".

"Dígame", dijo Yen Hui. "¿Qué es el ayuno de corazón?".

Confucio respondió: "El objetivo del ayuno es la unidad interior. Esto significa oír, pero no con los oídos; oír, pero no con el entendimiento; oír con el espíritu, con todo tu ser. Oír sólo con los oídos es una cosa. Oír con el entendimiento es otra. Pero oír con el espíritu no se ve limitado a una facultad u otra, al oído o a la mente. Por tanto, exige el vacío de todas las facultades. Y cuando las facultades quedan vacías, la totalidad del ser escucha. Se da entonces una captación directa de aquello que está frente a ti y que no puede ser escuchado con el oído o comprendido por la mente. El ayuno del corazón vacía las facultades, te libera de las limitaciones y de las preocupaciones. El ayuno del corazón da a luz la unidad y la libertad".

"Ya veo", dijo Yen Hui. "Lo que obstruía mi camino era mi propia conciencia de mí mismo. Si consigo empezar el ayuno del corazón, esta conciencia de mí mismo desaparecerá. ¡Entonces me veré libre de limitaciones y preocupaciones! ¿Es eso lo que quiere decir?".

"Sí", dijo Confucio, "¡eso es! Si eres capaz de hacerlo, quedarás capacitado para ir al mundo de los hombres sin afectarlos. No entrarás en conflicto con su propia imagen ideal de sí mismos. Si están dispuestos a escuchar, cántales una canción. Si no, mantente en silencio. No intentes echar abajo sus puertas. No pruebes nuevas medicinas con ellos. Limítate a estar entre ellos, porque no tienes otra misión que ser uno de ellos. ¡Entonces podrás tener éxito! Es fácil mantenerse quieto y no dejar rastro, pero es difícil andar sin tocar la tierra. Si sigues los métodos humanos, podrás engañar y aun salir bien librado. En el camino del Tao, el engaño es imposible. Sabes que se puede volar con alas; aún no has aprendido a volar sin ellas. Estás familiarizado con la sabiduría de aquellos que saben, pero aún no conoces la sabiduría de aquellos que no saben. Observa esta ventana: no es más que un agujero en la pared, pero gracias a ella todo el cuarto está lleno de luz. Así, cuando las facultades están vacías, el corazón se llena de luz. Al estar lleno de luz, se convierte en una influencia por medio de la cual los demás se ven secretamente transformados".

EL ARTE DE LA PAZ

EL ARTE DE LA PAZ (fragmentos)

Estás aquí con el sólo propósito de darte cuenta de tu divinidad interior y manifestar tu iluminación innata. Alimenta la paz en tu propia vida y luego aplica el arte a todo lo que encuentres. No son necesarios edificios, dinero, poder o prestigio para practicar el Arte de la Paz. El cielo está exactamente allí donde te hayas y ese es el lugar para entrenarse. Todas las cosas, materiales y espirituales, surgen de una misma fuente y están relacionadas como si formaran una familia. El pasado, el presente y el futuro están contenidos en la fuerza de la vida. El universo emergió y se desarrolló desde una fuente única, y nosotros evolucionamos a través del proceso óptimo de unificación y armonización.

El Arte de la Paz es la medicina para un mundo enfermo. En el mundo existen el mal y el desorden porque la gente ha olvidado que todas las cosas emanan de una sola fuente. Regresa a esa fuente y deja atrás todo pensamiento auto centrado, todo deseo mezquino y toda ira.

La vida es crecimiento. Si detenemos el crecimiento, técnica y espiritualmente, somos tan útiles como cadáveres. Arte de la Paz es la celebración del enlace del cielo, la tierra y la humanidad. Es todo lo verdadero, lo bueno y bello.

Una y otra vez será necesario que te retires entre montañas profundas y valles ocultos para restablecer tu lazo con la fuente de vida. Inspira y déjate elevar a los confines del universo; espira y deja al cosmos regresar dentro de ti. Luego aspira toda la fecundidad y vitalidad de la tierra. Por último, combina el aliento del cielo y el aliento de la tierra con el tuyo propio, transformándote en el Aliento mismo de la Vida.

 Contempla las obras de este mundo, escucha las palabras del sabio y toma todo lo que es bueno como propio. Con esto como base, abre tu propia puerta a la verdad. No desprecies la verdad que está justo ante ti. Observa cómo fluye el agua en el arroyo de un valle, suave y libremente entre las rocas. Aprende también de los libros sagrados y de la gente sabia. Cada cosa –incluyendo ríos y montañas, plantas y árboles– debería ser tu maestro.

Crea cada día nuevamente vistiéndote con cielo y tierra, bañándote con sabiduría y amor colocándote en el corazón de la Madre Naturaleza.

Tu corazón está lleno de semillas fértiles esperando brotar. Del mismo modo que una flor de loto surge del lodo para florecer en todo su esplendor, la interacción de la respiración cósmica hace florecer el espíritu para que dé fruto en este mundo.

Estudia las enseñanzas del pino, del bambú y del pimpollo de ciruelo. El pino está siempre verde, firmemente enraizado y es venerable. El bambú es fuerte, resistente a inquebrantable. El pimpollo de ciruelo es vigoroso, perfumado y elegante. Mantén siempre tu mente tan luminosa y clara como el vasto cielo, el gran océano y el pico más alto, vacía de todo pensamiento. Mantén siempre tu cuerpo lleno de luz y calor. Llénate a ti mismo con el poder de la sabiduría y la iluminación. Tan pronto como te ocupas del “bien” y el “mal” de tus semejantes, creas una abertura en tu corazón por la que entra la malicia. Examinar, competir y criticar a otros te debilita y te derrota.

Fragmentos de “El Arte de la Paz” de Morihei Ueshiba
(Maestro de Artes Marciales – Creador del Aikido)

miércoles, 11 de febrero de 2015

LA ESCUELA: estudio preliminar – parte 1

Una escuela en la que los estudiantes se sientan felices de estar; el estado de la felicidad es un muy buen aliado de los procesos pedagógicos que vive la escuela día a día.
Una escuela que encante a sus estudiantes, a sus profesores, a su comunidad.
una escuela que permanentemente entregue cariño, aún en momentos de compleja tensión.
Una escuela en la que todas las decisiones tengan un sentido pedagógico, aún las más difíciles.

Una escuela amable, cariñosa, pero también viva, en descubrimiento permanente.
¿Y qué pasaría si hiciéramos un club de astronomía, como los que hizo el Keno, el profesor más noble que jamás he conocido y con quién compartí 5 años en un colegio de antología? O una revista digital con los estudiantes, o quizás un blog en el que ir narrando los episodios del diario vivir y no olvidar nada, ningún detalle, un registro abierto en el que toda la comunidad puede participar; o una página web que se vaya nutriendo de cada actividad, o una murga, o quizás un grupo de tambores, o un taller teatral itinerante de sombras o de guiñol o quizás de otro tipo, o un banda de rock, o viajes, muchos viajes

Las preguntas
¿Estamos haciendo felices a los estudiantes en nuestras escuelas?
¿De qué manera estamos resolviendo cada tema?
¿Cuáles el estado anímico que mejor me define?
¿Qué entiendo por decisión pedagógica?
Por ahora

¿Qué aspectos debe modificar la escuela?
¿Cómo hacerlo?
¿Cuáles son los puntos de permanente tensión?
¿Por qué se producen esas fricciones?
¿Qué acciones deben modificarse?
Por ahora

Establecer una alianza entre la neurociencia y la pedagogía. El cerebro triúnico, las emociones y las adicciones, los neuropéptidos y los neurotransmisores, talleres pedagógicos que fortalezcan la producción de endorfina y dopamina y disminuyan a un grado razonable los niveles de cortisol, alianza entre modelos que promuevan la comunicación efectiva, comunicación no violenta, cultura de la paz, resolución pedagógica de conflictos en la escuela y actividades pedagógicas que fortalezcan esa y otras premisas.

Por ahora. Tras un largo temblor a las 02:12 minutos de la madrugada

sábado, 31 de enero de 2015

EL RETORNO DE LAS BRUJAS - INTRODUCCIÓN

Nunca se fueron en realidad. Siempre han estado ahí durmiendo el sueño profundo de una América derrotada. Cubiertas por el polvo bajo siglos de olvido. Destruidos sus colosales monumentos. Borradas todas sus huellas, sus rastros, sus imágenes, los ritos ancestrales que en torno de ellas se realizaban.

Prácticamente toda la América originaria (exceptuando el caso del pueblo mapuche) sucumbió bajo la maquinaria de guerra y la firme convicción de los nuevos conquistadores. Uno a uno nuestros pueblos y algunos con una facilidad asombrosa como es el caso de la gran cultura de América del Sur, la incaica, cayeron. Bastó sólo cambiar la cabeza y reordenar algunos detalles más para completar la tarea. El padre inti reemplazado por el dios cristiano.

Ser mujer y ser diosa para la precaria concepción de los antiguos conquistadores era doblemente impensado. Sus rostros, sus atuendos, sus ornamentos eran provocaciones en sí mismos. Baste sólo imaginar la repulsión que debió haber provocado Ixchel, la diosa maya de la luna, adornada su cabeza con una enroscada serpiente con cara de pocos amigos. La serpiente es otro tema para reflexionar y que nos permite dimensionar el enorme quiebre y distancia cultural que significó la conquista.

La España de aquellos días, el mayor imperio del momento, reafirmado en su voluntad de poder, conquista y supremacía tras la expulsión sangrienta de moros y judíos de su territorio; transformada, pese al desgaste de la guerra, en la cultura salvaguardora de la fe católica, viviendo en plenitud el rigor de las creencias dominantes a través de la Inquisición, tenebrosa policía de las conciencias, esa misma España en su inesperado descubrimiento de nuestro continente y sus inconmensurables riquezas, también descubre con el error y el horror de quien cree en verdades absolutas y dogmas inmutables que la vida americana giraba en torno de otros intereses. Dioses multicolores, vengativos, temibles a los que había que rendir culto y tributo, dioses y diosas de miradas furiosas, rabiosos, guerreros, serpientes emplumadas representando la más alta autoridad cósmica, íconos, colores, imágenes que, a los ojos inexpertos en historia americana de los primeros conquistadores, representaban sólo una cosa: Que nuestra américa morena era sin ningún asomo de duda, el reino de Satanás. La conquista y la barbarie fueron justificadas, entonces, en virtud de esta cruzada redentora. Había que aniquilar la presencia del demonio a como diera lugar. Nuestros pueblos originarios, en ese silogismo básico, en tanto adoradores del enemigo de Dios, carecían de alma, la muerte de niños, mujeres, ancianos y cuánta gente se cruzara en el camino de los nuevos conquistadores no alteraba ninguna ley cristiana y, por el mismo precio, las riquezas inconmensurables de los ahora vencidos, pasaban a convertirse en un beneficioso botín de guerra.

Luego de la muerte y el saqueo o quizás junto con ellos vino a instalarse la nueva cultura. Los viejos templos fueron arrasados, quemados, usadas sus piedras para levantar los nuevos centros rituales. Se borraron las huellas, los senderos ancestrales, el polvo de los siglos fue cubriendo y cubriendo la historia, se levantaron otras ciudades, se impuso en toda nuestra tierra la cultura del vencedor. Luego vinieron más guerras, con otros rostros, más sangre, otras justificaciones, doctrina de seguridad nacional, ruido, enemigos internos, contaminación, modernidad, transnacionales, neoliberalismo, forestales, etc., y etc.

En las siguientes publicaciones de “El Retorno de las Brujas” quisiera recoger la experiencia de 4 hallazgos, 3 en México y uno en Perú, que nos devuelven la mirada a esa parte de nuestra historia que, de tan olvidada por el peso de nuestra educación “a la occidental”, nos golpea y nos asombra por su buen estado de conservación y su monumentalidad. El primer estudio será sobre la diosa azteca de la luna: Coyolxauhqui.

LOS PROFESORES COMO INTELECTUALES TRANSFORMATIVOS

El siguiente es uno de los clásicos textos de  Henry Giroux, uno de los principales exponentes de la llamada pedagogía crítica, y pareciera que el pensador estaba muy concentrado mirando nuestra realidad educativa cuando decidió escribir este texto que se instala en un punto neurálgico de cualquier proceso de mejoramiento pedagógico, cual es la "formación del profesorado", o mejor dicho, el rol que debe corresponder a los educadores en cualquier debate respecto de nuestro tema: la educación. El texto analiza algunas causas estructurales responsables, en gran medida, de nuestra enervante pasividad, pero también instala con mucha fuerza, un DEBER SER, una ética pedagógica, un camino posible y cargado de dignidad.


viernes, 30 de enero de 2015

DIEZ PROHIBICIONES DE LA EDUCACIÓN

Interesante texto, extraído de la web,  que desde una perspectiva crítica y libertaria mira con detenimiento a la escuela actual. La crítica está planteada desde el contexto europeo y específicamente atendiendo  la realidad española de los últimos 10 años. El texto, del mismo modo, se instala en una  reflexión que se vincula indirectamente con el documental argentino "La Educación Prohibida" y de manera directa, pues de ahí extrae la esencia de estas 10 reflexiones, con la propuesta pedagógica de la ESCUELA PAIDEIA, un proyecto pedagógico libertario que no podemos dejar de admirar y revisar. (en la página principal del blog, en la esquina derecha al final, agregué hace un tiempo una "Tesis sobre la Escuela Paideia", para quien quiera nutrirse de material, ideas y experiencia).
Por último, este texto nos abre la posibilidad de establecer una reflexión respecto de nuestro propio modelo educativo, sus complejos engranajes, su perspectiva ideológica, la escuela o las escuelas que tenemos en Chile y las escuelas que muchos profesores y/o educadores quisiéramos construir.

DIEZ PROHIBICIONES DE LA EDUCACIÓN

1) La escuela como reproducción social
La educación estatista y obligatoria tiene su origen en las necesidades históricas de las elites gubernamentales y empresariales de adiestrar y configurar súbditos y trabajadores/as. Tal y como afirman las teorías críticas con el funcionalismo de Baudelot y Establet o de Bowles y Gintis, existen dos versiones pedagógicas en el sistema capitalista: la de los/as dominantes y la de los/as dominados/as, así como imitan la jerarquía empresarial con el objetivo de difundir la superestructura y la ideología burguesa. Sería así, la escuela, un mecanismo fundamental para constituir el consenso gramsciano

2) La educación está fragmentada
Siguiendo la lógica fabril y empresarial que practica la escuela actual, ésta se encuentra fragmentada y clasificada. El educando está separado de sus iguales por criterios no naturales (la generación y/o el sexo) en aulas cerradas, como si de departamentos especializados se tratase, y el conocimiento se limita a materias concretas y delimitadas. Frente a esta visión antipedagógica, la escuela libre propone la educación integral u holística, la cual supone una visión general, una visión del todo. El conocimiento es transversal, puesto que tanto las ciencias como los valores tienen una relación estrecha entre sí, no limitada.

3) La homogeneización del educando
La escuela estatista y obligatoria no hace distinción entre educandos. Los/as niños/as son únicos e irrepetibles, sin embargo, los contenidos son homogéneos. No se atiende a las capacidades y plazos individuales de aprendizaje, convirtiéndoles en masa. Asimismo, tampoco se tienen en consideración las características personales del educando: todo lo que haga está mal, fruto del culto a la moderación. Se construyen estándares normalizados a través de mecanismos poco científicos (el cociente intelectual) para asociar cualquier distinción con enfermedades (hiperactividad) o anomalías cognitivas (superdotados).

4) La disciplina como control autoritario
El sistema escolar preconiza una idea de disciplina autoritaria, vertical, donde el objetivo es el control y sumisión del educando en base al miedo. Los hábitos y actitudes de los/as niños/as son moldeados hacia la despersonalización. Frente a esto, las escuelas libres proponen una disciplina funcional (comunitaria) o la autodisciplina, basadas no en la obediencia, sino en el respeto y las decisiones colectivas. Es necesario que el educando comience a hacerse responsable (y aprenda) de sus actos y las consecuencias derivadas del mismo. Por ello, se propone que no existan estructuras de poder, puesto que las normas sociales (y, por tanto, también las escolares) son dinámicas.

5) La evaluación como adulteración de la identidad
La escuela preconiza un ideal resultadista de la educación, en el que la meta es más importante que el sendero; que el aprendizaje en sí. Las evaluaciones (premios y castigos) no sólo descontextualizan y desvirtúan la educación, sino que además generan identidades no naturales en los educandos. Los/as niños/as pasan de tener personalidad a ser alumnos/as de sobresalientes, de notables, de aprobados, malos alumnos; (en la crítica marxista a la educación, categorías equivalentes a las salariales). Asimismo, cabe interrogarse: ¿qué se evalúa y con qué justificación?. En la evaluación no se tiene en cuenta la unicidad del educando, y el establecimiento de un patrón estándar elimina un sinfín de potencialidades positivas. Los principios que transmite la evaluación, y por tanto la competencia y el miedo (principios superestructurales), son contrarios a la cooperación y producen un modelo conductista irracional. El/la niño/a debe corregirse, con sus errores, aciertos, la experimentación con sus pares y la guía del adulto/a, a sí mismo/a. Las titulaciones, por su parte, son una abstracción imperfecta, puesto que el conocimiento no se adquiere de manera definitoria; el aprendizaje no es un proceso terminable. En la educación no debe de haber vencedores/as y perdedores/as.

6) El educando como objeto pasivo de la educación
La escuela considera al niño/a como un ser vacío y dispuesto a ser rellenado por la superestructura. Éste jamás participa de los contenidos de las materias, nunca decide qué quiere aprender sino que consume aquello que quieren que repita. En lugar de ser el/la protagonista, es un/a actor/actriz de reparto. La enseñanza, para ser, debe ser libre, así como para poder ejercer esa libertad fuera del entorno escolar y escoger sin condicionamientos interesados el propio camino en la vida. De esta manera, el educando debe poder tomar parte de lo que aprende y de cuándo lo aprende, así como desarrollar conocimientos en las áreas donde posea una mayor destreza sin que aquellas con mayor dificultad obstaculicen su aprendizaje. Asimismo, también debe ser un activo en el funcionamiento del centro a través de mecanismos de diálogo como las asambleas, no sólo oyendo sus opiniones, sino escuchándolas y teniéndolas en cuenta.

7) La repetición contraintelectual.
Los métodos pedagógicos de la escuela actual son, al igual que sus evaluaciones, resultadistas. La institución no tiene cuidado por el aprendizaje, sino por los contenidos verbalizados. La repetición textual es una técnica alienante cuya consecuencia es la ausencia de creatividad. Sin comprensión lo estudiado cae en el olvido, puesto que el almacenamiento de información no es aprendizaje. Además, esta metodología no tiene en cuenta las capacidades del educando: no importa si se le pide más (habilidad memorística) a un/a niño/a de lo que puede dar. Por ello, desde las escuelas libres se considera capital evitar la pérdida de curiosidad natural en el/la niño/a. El tedio de la educación actual es lo que mata el interés y las intenciones de investigación que biológicamente desarrollan los/as infantes y adolescentes. Éstos tienden naturalmente a aprender (y equivocarse) a través del juego, la creación y el arte, es decir, lo lúdico, un aspecto metodológico descuidado en la escuela. Se pone mayor énfasis en conocimientos ajenos que en aquellos que tienen verdadero impacto en la cotidianidad. La escuela ha apartado al/la niño/a de la (su) Naturaleza.

8) La indiferencia como trato al educando
La escuela no enseña en el amor, como hemos visto, ni siquiera en un periodo tan importante como la infancia. El/la docente, por lo general, no dispone de herramientas para preocuparse por los sentimientos y emociones del educando. El florecimiento de las relaciones afectivas en el aula es el leitmotiv de la educación, con la intención de que sea esto lo que se reproduzca una vez abandonada la escuela.

9) El/la maestro/a como hijo/a del sistema
Los/as docentes no son, por lo general, responsables intencionales de la prohibición de la educación, sino que han sido también enseñados/as en la alienación y deben emanciparse de su figura autoritaria y prepotente. Tienen que ser felices para poder enseñar en la fraternidad. De esta forma, en las escuelas libres los/as maestros/as son guías que abren caminos (y no constructores/as de un único camino), aceptan el fluir de la vida y cuidan más que educan. Los/as maestros/as tienen voz, pero no voto en las decisiones del educando. Tampoco existen estructuras de poder entre los/as docentes, eliminando el cargo de dirección y favoreciendo el trabajo horizontal y en equipo entre iguales.

10) La familia como obstáculo educativo
En la actualidad, los/as niños/as no sólo pasan más tiempo en la escuela que el que pasarán en la universidad (lo cual no parece lógico), sino que también que el que pasan en el hogar o el que pasan con sus progenitores o tutores/as por culpa de la dinámica laboral neoliberal. La familia es la responsable de la vida y la cría de la persona, por lo que los/as padres/madres no pueden considerar la educación como un fenómeno profesional del que desentenderse. La escuela debe tener su reflejo en la familia y viceversa.

Texto publicado originalmente por Adrián Tarín el 20 de noviembre de 2012 en: http://www.regeneracionlibertaria.org/diez-prohibiciones-de-la-educacion

INDICE DE PRIORIDAD SOCIAL 2014

Este es un interesante texto al que le podemos sacar mucho lustre en Teoría de la Educación, Gestión de Aula o Sujeto-Cultura-Aprendizaje

miércoles, 28 de enero de 2015

4 breves cuentos de Eduardo Galeano

FUNDACIÓN DE LOS ABRAZOS
Muchísimo antes de que el Irak fuera tierra arrasada por la cruzada civilizatoria del presidente Bush, allí en Irak, había nacido la escritura. Y allí había sido escrito el primer poema de amor de la historia humana. El poema escrito en lengua sumeria, escrito en el barro, narraba el encuentro entre un pastor y una diosa. La diosa Inanna, amó esa noche como si fuera mortal, y Dumuvi, el pastor, fue inmortal mientras duró esa noche.

LA CREACIÓN
La mujer y el hombre soñaban que dios los estaba soñando. Dios los soñaba mientras cantaba envuelto en humo de tabaco y agitaba sus maracas y se sentía feliz y también estremecido por la duda y el misterio. Los indios Maquiritares saben que si dios sueña, sueña con comida, fructifica y da de comer; y si dios sueña con la vida, nace y da nacimiento... Y en el sueño de los Maquiritares, la mujer y el hombre soñaban que en el sueño de dios aparecía un gran huevo brillante. Y dentro del huevo ellos cantaban y bailaban, y armaban mucho alboroto porque estaban locos de ganas de nacer. Y soñaban que en el sueño de dios la alegría era mas fuerte que la duda y el misterio. Y dios soñando los creaba... Y cantando decía: "Rompo este huevo y nace la mujer; y nace el hombre; y juntos vivirán y morirán; y nacerán nuevamente y volverán a morir; y otra vez nacerán... Y nunca, nunca dejarán de nacer... porque la muerte es mentira".

LA CULTURA DEL TERROR
La extorsión, el insulto, la amenaza, el coscorrón, la bofetada, la paliza, el azote, el cuarto oscuro, la ducha helada, el ayuno obligatorio, la comida obligatoria, la prohibición de salir, la prohibición de decir lo que se piensa, la prohibición de hacer lo que se siente y la humillación pública, son algunos de los métodos de penitencia y tortura tradicionales en la vida de familia. Para castigo de la desobediencia y escarmiento de la libertad, la tradición familiar perpetúa una cultura del terror que humilla a la mujer, enseña a los hijos a mentir y contagia la peste del miedo.
En Chile, me comenta, Andrés Rodriguez: "Los derechos humanos, tendrían que empezar por casa".

EL ARTE DE MANDAR
Un emperador de China, no se sabe su nombre ni su dinastía ni su tiempo, llamó una noche a su consejero principal y le confió la angustia que le impedía dormir. Le dijo: Como nadie le temía nadie lo respetaba. Y como nadie lo respetaba nadie le obedecía. El consejero principal meditó un ratito y opinó: "Falta castigo". Y el emperador sorprendido dijo que castigo no faltaba, porque él mandaba a la horca a todo el que no se inclinara a su paso. Y el consejero principal le advirtió: "Pero esos, esos son los culpables. Si sólo se castiga a los culpables, sólo los culpables sienten miedo". El emperador chino pensó y pensó... y llegó a la conclusión de que el consejero principal tenía razón. Y le mandó cortar la cabeza. La ejecución ocurrió en una gran plaza pública, la plaza celestial, la plaza principal del imperio. Y el consejero fue el primero de una larga lista.

martes, 27 de enero de 2015

EL EPITAFIO COMO ACTIVIDAD PEDAGÓGICA

La verdad lo he usado 3 o 4 veces en alguna actividad de Gestión de Aula. No recuerdo haber racionalizado la necesidad de utilizarlo con algún grupo determinado o simplemente fue intuición pedagógica, pero lo instalé en las actividades, más bien cerca del final del semestre, cuando ya habíamos caminado un largo e intenso sendero juntos y habíamos desarrollado un meridiano conocimiento respecto de los otros. Qué cortos, a veces, se hacen los semestres.

En alguna ocasión generó algún nivel de controversia, una duda, una reflexión sobre lo tétrico del tema cuando ni siquiera comenzamos a caminar por el sendero pedagógico algunos, un juego divertido y proyectivo otros, y, los últimos y últimas, nunca terminando de entender la explicación, en fin. Muy pocos se restaron de la actividad, quizás con un supersticioso temor, haciendo un simil, tal vez, entre esas viejas historias de fotografías que podían dejarte sin alma, y este ejercicio que podría, en virtud de algún influjo inexplicable, atraer a la muerte y su poderosa influencia. La muerte es uno de los grandes temas respecto de los cuales no somos capaces de establecer un proceso de reflexión crítica. Nuestra opinión está cruzada de cultura, la muerte nos abate, nos doblega, o al menos lo hace por algún tiempo, nos asusta y, en definitiva, nunca llegamos a estar del todo preparados para mirarla directamente a los ojos, sin temor; pese a todas nuestras proyecciones, cosmovisiones, creencias en la trascendencia, dudas y certezas. Ella está ahí, con su vestido de noche, esperando el momento indicado para cobrarte esa cita acordada al momento de nacer.

La actividad entonces, circunscrita a un momento determinado de las últimas 5 sesiones del semestre, es más sencilla que su introducción. Se pide a los estudiantes (tras un momento de introspección sugerida por algún cortometraje, una cinta, un video, una canción, historia, cuento, o lo que sirva para el objetivo) que se autoimaginen, que se proyecten al otro lado del tiempo, que se miren a sí mismos, cumpliendo ya el largo ciclo de la vida, viejos, de vuelta de un luminoso e intenso viaje, en el cual la pedagogía fue el pilar, el soporte, la piedra angular, el timón, el viento que mueve las velas, el sentido más profundo de la vida en este plano de la existencia. Llegados a ese momento, la petición es que miren hacia atrás de su vida, hacia ese sendero inasible y perpetuo y resuman su vida en un epitafio pedagógico. Sencillo.

Los epitafios que a continuación divulgo, son el resultado de alguna de estas actividades, realizadas en la UCSH durante el año 2014

“Aquella profesora de matemática que aún sonreía en tiempos difíciles, con las locuras que hacía en sus clases, de lo cercana que era con sus estudiantes y de su sinceridad para decir las cosas”
E. LLAULÉN

“Será recordada por su amor por la enseñanza, la inclusión, la motivación que le entregaba a sus alumnos, con tanto cariño y amor, sin importar ninguna condición” F. ARRAÑO

“Ya aporte a este loco mundo un grano.. ahora les toca a ustedes” H. FONSECA

“Una profesora cercana a sus estudiantes, comprometida con cada uno de ellos, cariñosa. Su amor y dedicación por la pedagogía se manifestaban en cada una de sus clases, llegando a cada uno de sus estudiantes, entregándoles conocimientos para la vida, dejando una huella en ellos” T. RODRIGUEZ

“Puta que lo pasábamos bien en el liceo, con las locuras del profe, en las clases de Física” J. NÚÑEZ

“Solo preocúpate de ser feliz y encontrarte a ti mismo, así también transmitirás felicidad al mundo” M. AGUILERA

“Me gustaría que me recordaran como aquel profesor loco y afectuoso, que les enseñó hasta el cansancio lo que deben perseguir en su vida, aquel que les dejó una huella indeleble en sus corazones y mentes, que desbloqueó sus almas y les guió a dar un paso hacia la libertad” R. SOTOMAYOR

“Me gustaría que mis estudiantes me recodasen como una profesora maternal que más allá de lo estrictamente curricular los apoyó y escuchó es momentos de su vida más relevantes, una docente que los llenó de ilusiones y sueños” R. ARAVENA

“Alguien cercano, en quien se podía confiar. Siempre estuvo ahí contigo, apoyando, escuchando, ayudando” C. ORELLANA

“Que las enseñanzas de aula no hayan sido sólo contenidos, sino que también sean trabajo hacia la persona” N. CÁRDENAS

“Fuiste muy especial, siempre recordaremos tu alegría” N. AEDO

"Aquí yace P. Seyssel que dentro y fuera del aula trató de hacer digno su paso por este camino llamado vida" P. SEYSSEL

“Aquí yace un formador de ideales, que nosotros mantendremos vivos para siempre” M. BRAVO

domingo, 18 de enero de 2015

TREN AL SUR CAP. 1

Tras una larga ausencia de los noticiarios de la televisión abierta de mi vida, me vi escuchando y observando sobre accidentes, asaltos a famosos para robarles su camioneta, los efectos inmediatos del Caso Penta, el “chilenismo” de una “senadora de la República”,(ya el concepto entre comillas me parece gracioso, de una forzosa formalidad), los pasajeros de un tren que iniciará viaje rumbo a Temuco, las playas del litoral central, las vacaciones, el fútbol y eso, y eso, y eso.

La evocación que provocó la noticia sobre la reapertura parcial de los viajes en tren desde Santiago y hasta Temuco aún ne mantiene. Una belleza de recuerdo. Los buses interprovinciales no existían. Las locomotoras eran las dueñas del país, de norte a sur y de cordillera a mar. Cada línea una historia, cada ramal una cultura viva, pujante y tan provinciana que resulta ser íntima, como esas fotos antiguas tiradas a sepia.

Mi familia hacía el viaje prácticamente todos los veranos. La Estación Central hervía de gente. Los trenes llegaban prácticamente hasta la avenida y había que ser astuto para encontrar un lugar dónde acomodar los huesos durante el viaje, un duro asiento de madera, que la gente ablandaba con las frazadas que de inmediato aparecían. Mi padre trepaba por la ventana al tren cuando llegaba, tomaba posesión de dos asientos y luego subíamos las cosas que llevábamos, todo por la ventana. La gente cruzaba con canastos, animales vivos, olor a semillas, fruta, pan amasado, huevos duros, pollos cosidos listos para comérselos fríos, termos con el té ya hecho en su interior, maletas, maletas y maletas. A la antigua.

Los baños, ubicados al comienzo de cada carro olían a orina, con toda personalidad. La gente no se peleaba los asientos colindantes, en realidad se ocupaban igual, pero no eran la primera opción. Algunos seguían de largo buscando una mejor ubicación más adelante, para solo constatar que ya estaba todo copado, entonces volvían desesperados a esos primeros asientos, pero otros no habían dudado tanto y se iniciaba la carrera al próximo vagón. A veces esa premura desataba algunas rencillas y papá casi siempre tenía buen ojo, y era choro y vivo, un par de asientos con ventana completa hacia el horizonte, hacia donde caía el sol.

El sol golpeaba directo en la cara, 31 grados a la sombra y en el interior del carro mucho más, el marco de la ventana dónde intentaba acomodar el codo, quemaba. Mi sensación del paso del tiempo era claustrofóbica, los segundos eran lentos, perezosos, la hora de la partida no llegaba nunca. A veces, por segundos, no recuerdo si luego de una sirena como de fábrica o de un silbato, sentía que el tren iniciaba su marcha y lo podía ver moverse incluso, pero mi ansiedad y una clásica ilusión del movimiento inducido no me dejaban ver la realidad, era otro el tren que partía, lentamente, sin ninguna prisa, sin ruido incluso. El sol, en la inmovilidad metálica del resto de la Estación Central, no daba tregua.

Era el verano de 1979, tal vez un año antes o un año después

viernes, 9 de enero de 2015

LA CLASE QUE SE CONSTRUYE

Una experiencia de clase hoy día debe ser una puesta en escena, una vertiginosa obra en la que todos participamos e improvisamos a ciegas. La pedagogía es nuestra rectora, nuestra brújula. Es el rumor que deja cada experiencia contada lo que alimenta a la clase, de esa manera se hace el camino. Considerar una idea a trabajar, por ejemplo el concepto de SOLIDARIDAD. Este es, entonces, el punto central desde el cual desplegamos nuestra ingeniería pedagógica.

Será necesario articular una discusión respecto de lo que entienden unos y lo que entienden otros en lo cotidiano respecto de este término.
Interesante es acudir a la etimología. Solidaridad proviene del latín “soliditas”, uno de cuyos sentidos y/o significados está asociado al mundo de la construcción: "sólido", asociado al concepto de "cohesión", etc.

Un grupo puede confundir su definición con el de caridad. Rescatar desde los baúles de la historia la figura de Pierre Lerroux, quien fue el que revistió al concepto de un carácter ético antropológico, basado en la idea del bien común (noción que Durkheim, posteriormente, amplificaría desde la sociología y las organizaciones reivindicativas de la clase obrera considerarían como la base doctrinaria de su discurso y práctica); a diferencia de la noción de caridad que se construye en la lógica de la relación vertical entre el ser humano y la divinidad.
El aporte de Diderot, en el siglo XVIII quien asoció el concepto a la idea de "estar adherido a una causa", como suele reconocerse hoy en los diccionarios.
Surge de inmediato la comparación.
La corrección en el detalle de cada concepto.
La realidad nacional, instituciones de caridad y de solidaridad.
Puede entenderse la solidaridad desde una cosmovisión cristiana, como desde una no cristiana, no creyente, librepensadora, ¡cómo la llamemos!.
Del mismo modo es necesario articular una conexión entre esta mirada, de absoluta matriz europea, y una conceptualización en nuestras culturas originarias que pudiese significar algo parecido, apelar a los principios éticos que mueven y sustentan el concepto de solidaridad. ¿Cuáles serían estos?.
Darnos cuenta, constatar o comprobar que podemos encontrar definiciones más completas, profundas o interesantes en nuestras culturas ancestrales sobre el mismo tema.
El concepto de “compromiso”, que lleva implícita la palabra solidaridad.
Nuestros propios compromisos, nuestra perspectiva ética. ¿Qué es educar para nosotros?, ¿cuál es nuestra definición de escuela?, ¿de estudiante?, ¿cuáles son los principios que me mueven en la vida?.

Creo que tenemos suficiente para una sola clase. Cerrar el ciclo de la jornada con una breve, pero precisa evaluación sobre lo conversado y presentado. Ha sido muy entretenido cuando se instala un pie forzado de definir en una sola palabra, lo que la clase significó para el estudiante. Una sola palabra. No hay mejor evaluación para una clase que “ESA PALABRA”. Qué importante es escuchar las voces de tus estudiantes si sabes mover un barco cuyo timón es la PEDAGOGÍA, o mejor dicho en matriz mapuche, el KIMUN.

Sugerir algunos textos que profundicen lo dialogado y apoyarse en una actividad que resuma, profundice, critique, proponga, etc., respecto de la jornada vivida

EJEMPLO 1 DE ACTIVIDAD
Revisar el sitio "MEMORIA CHILENA", en el ámbito correspondiente a la prensa obrera en Chile (1880 - 1930) en:http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3533.html#documentos y buscar en los textos sugeridos, ejemplos concretos de la definición de solidaridad que la prensa obrera chilena concebía. Señalar, al menos 5 ejemplos.

EJEMPLO 2 DE ACTIVIDAD
Realizar una revisión en la web o en textos especializados, respecto del concepto "KIMUN", y el sentido que representa para la cosmovisión mapuche.

EJEMPLO DE ACTIVIDAD 3
Realizar una revisión en la web o en textos sociopedagógicos, respecto del concepto alemán de "BILDUNG" y el sentido que representa para la perspectiva pedagógica social

WEBGRAFÍA BÁSICA UTILIZADA
http://www.um.es/tonosdigital/znum14/secciones/estudios-21-solidaridad.htm
http://origendelaspalabras.blogspot.com/2012/12/origen-de-la-palabra-solidaridad.html
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3533.html#documentos
http://www.serindigena.org/libros_digitales/cvhynt/v_iii/t_ii/v3_t2_c3-NEWEN.html
http://lexicoon.org/es/solidaridad

"La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo". EDUARDO GALEANO

martes, 6 de enero de 2015

NOCHE DE VERANO EN BUS INTERPROVINCIAL

El eterno ruido de la ciudad comenzaba a apagarse poco a poco, extrañamente, como si de pronto el núcleo sólido de la vida urbana se desperdigara sobre la marea frágil del tiempo hasta hacerse sólo sombras movedizas detrás del vidrio. Mis oídos parecieron destaparse por un momento. Sólo se oía el ronroneo suave del bus y la respiración de los vecinos más cercanos. Miraba hacia fuera del vidrio con una vigilante inquietud, como si quisiese presenciar un nacimiento dentro de la oscuridad. Yo y el conductor sentíamos el vértigo de la velocidad. Nuestra nave rompía la inconsistencia del aire partiéndolo en dos. La inquietud crecía como una mala hierba por mis entrañas, se movía con cierta facilidad por mis vasos sanguíneos, lo cual me provocaba un delicado escozor cercano al cosquilleo. Su influjo atravesaba mi estómago, perforándolo como a una hoja reseca y subía lentamente dominando las acciones en el centro de mi cerebro. La invasión resultó ser un éxito perfecto, nada más botar el aire sobrante de los pulmones un extraño vértigo se apoderaba de mis movimientos.

El lápiz temblaba sobre la temblorosa hoja la cual temblaba aparentemente en descontrol. Solté el lápiz y la gravedad lo precipitó al suelo. Incómodo por la posición de mi compañera de asiento intenté bajar una parte mínima de mi cuerpo hasta el suelo para buscarlo con el tacto sin sobresaltar el armónico vaivén de su ritmo cardíaco. Así lo hice aunque fue necesario ladear mi espalda hacia su cuerpo lo cual hizo que me acercara demasiado a su vientre, aunque de nada serviría cualquier intento ajeno a la propia necesidad de la búsqueda pues un grueso abrigo cubría el olor de su sexo, las palpitaciones de su inquieto corazón y la tibia humedad de sus pechos. Maldito calor que me hinchaba los pies una vez más en esta noche endemoniadamente oscura como la piel de mi vecina de asiento o como mi propia piel de hombre demasiado cerca de un vientre cuyo perfume se desvanecía lenta pero arrebatadamente envolvente en el aire viciado y tropical de este bus que corría a perderse con dirección al sur. Maldita noche de intranquilidad misteriosa que me hacía perder el único Bic bueno en el piso de un bus viciado y junto a los pies de una mujer dormida a la cual no tenía ninguna intención de despertar y a la que, sin embargo, desperté.


Un pequeño grito que rompió el abismo entre nuestro propio y mundano mundo y el misterioso aquel de los sueños. Las manos palpándose el cuerpo como si temieran el extravío de una parte importante de su compleja arquitectura. Su mirada buscando la mía, buscando el centro de mis ojos, intentando descifrar el lenguaje de mi corazón, con el temor de no conocer una respuesta certera frente al hecho de haber sido despertada de improviso, en pleno desarrollo de la batalla por la conquista de la luz, en pleno viaje místico de su parte por el mundo carcomido de los sueños, en pleno viaje de este bus que corre a perderse a los confines de este, nuestro mundo moribundo del siglo XX, en plena búsqueda inarmónica de mis manos y en aplicación directa del sentido del tacto en el suelo áspero y más que tibio, buscando en la rugosidad movediza del suelo hasta topar con una extraña dureza que inexplicablemente confundí con el lápiz y apreté como se apretaría a un Bic de consistente plástico transparente y sobre los cuales, en mi primera infancia, descubrí por primera vez y sin mediar ninguna investigación previa, el efecto de la luz descomponiéndose en un prisma mágico y arrebolador que dejaba entrever el misterioso colorido de un pequeño arco iris. Esta vez, la magia dio paso a un fenómeno mucho menos estimulante y maravilloso. No era el lápiz Bic que yo había perdido en el suelo lo que mis manos asieron e intentaron acercar hasta el resto de mi cuerpo con el efecto de reubicar mi estructura de su incómoda posición de búsqueda. No, al contrario de lo que mi deseo de continuar con la idea que giraba en mi cerebro hubiese creído, no se trataba de mi lápiz Bic perdido... Era uno de los dedos del pie derecho de mi vecina, para ser más exacto el dedo meñique. Mi vecina también sentía los estragos del calor en aquella noche de cálido encierro movedizo, también sus pies sufrían las secuelas de la alta temperatura en el piso de este bus que continuaba su inexorable marcha; también ella se había sacado los zapatos para descansar mientras durara el viaje nocturno. Sus dedos sin calcetines no esperaban la profunda intromisión de mi mano buscadora, pero eso obtuvieron sin más y sin menos y eso la hizo saltar en el respaldo de su asiento y eso me hizo reacomodarme en la posición originaria antes del extravío del lápiz en fracción de segundos, no los suficientes como para que ella no se percatara de que el intromisor o la mano intromisora pertenecía a un todo más amplio y complejo cuyos terminales nerviosos pertenecían a su vecino de asiento, o sea a mí.

Me miraba semiaterrada, con la imaginación trabajándole a un ritmo asombroso y el pulso cardíaco disparado a un punto de quiebre sobre el cual navegaba un torrente de adrenalina, supongo. Esperaba un pronunciamiento de mi parte, algún mensaje aclaratorio, alguna explicación que develara el misterio de mi inentendible conducta, pues nada hacía prever, una vez ubicados en nuestros respectivos asientos, una actitud de mi parte distinta a la fría lejanía que provoca el desconocimiento y el poco desarrollo del músculo del afecto. Pero ahí estaban, su sobresalto y el mío echando por tierra la lógica y ahora ella esperaba mis palabras, mi aclaración, mis excusas, quizás.

Nada más respirar con normalidad, no pensando que decirle la miré fijamente, cosa que hasta ahora no había hecho y controlando al máximo el movimiento muscular de mi cara le dije y ya no me acuerdo con que tono de voz.
- He venido a despertar tus fantasmas dormidos, y lo he logrado.
La expresión de terror en su rostro se acentuó con el condimento de mis palabras que sólo lograron aumentar su confusión. Cuántos microsegundos faltarían para que saliera corriendo por el estrecho pasillo del bus rumbo a la cabina del conductor que a esta hora imprecisa de la madrugada se encontraba aislada del resto de los asientos por una gastada cortina; cuántos segundos faltaban para el clásico grito de espanto en medio de la infernal noche en el interior de este bus; cuántos segundos para los golpes, los arañazos, la histeria y luego la histeria colectiva que daría paso a nuevos gritos provenientes de otros asientos y el despertar abrupto de los dormidos y la confusión que precede a la calma y el llanto de los niños y la elucubración mental de 36 o 38 cerebros al unísono pensando sobre el origen físico y la causa del primer grito y las luces del bus encendiéndose de improviso y 36 o 38 pares de ojos nadando en unos cuantos segundos, de la oscuridad plena a ese neónico y artificial amanecer que se proyecta sobre mi estructura cegándome, cegando al maniático, al sátiro, al ladrón profesional que intentó aprovecharse de la señorita mientras dormía, degenerado, pervertido y etc. y etc. y un coro de voces pronunciándome y señalándome con el dedo índice y yo todo turbado luego de la aparente tranquilidad de la frase dicha para salir del paso y que en el fondo terminó enredándolo todo y luego de esta rapidísima proyección mental de lo que podría pasar en una lógica eventualidad, la vuelvo a mirar a los ojos y ahora con una expresión más confusa intento explicarle el origen de su abrupto despertar y ella que comienza a respirar y a mirarme más detenidamente a través de las luces de la carretera que iluminan tenuemente nuestras siluetas y yo que me enredo en explicaciones y aclaraciones absolutamente necesarias y le muestro mis escritos y juntos comenzamos a buscar el famoso Bic y lo encontramos muy cerca de sus pies y la miro nuevamente con una expresión triunfal en la mirada y ella que me observa cada vez más comprensiva y yo que comienzo a encontrarla cada segundo más atractiva ahora que veo sus ojos moverse suavemente, con algo de sueño aún navegándole en la dulce expresión de mujer que comienza a comprender lo sucedido y a confiar poco a poco en su vecino de asiento hasta volver a dormirse con una dulce expresión de serena tranquilidad bañándole el rostro que, de tanto en tanto, era iluminado tenuemente por las luces del camino.

Ahora ella dominaba la ventana y el mundo que nos dejaba y avanzaba en la dirección contraria a la nuestra. Ahora yo dominaba la perspectiva angosta del pasillo y en la semipenumbra podía distinguir algunas dormidas cabezas asomando en su incómodo dormitar. Ahora yo me encontraba una vez más solo frente a mis cavilaciones y sin la mínima posibilidad de escribir pues no quería importunar de nuevo a mi accidentada vecina.

Aquí estaba, viajando a 99 kilómetros por hora, a 100 kilómetros por hora, un ruido molesto como de pito de tetera hirviendo sonaba por unos pocos segundos y nuevamente estaba a 99 kilómetros, luego el pito de la tetera y así durante incontables kilómetros en un juego que resultaría divertido a no mediar mis propias preocupaciones en torno a la muerte y sus consecuencias en quienes no la padecemos en carne propia y no bebemos de su insalubre néctar. La muerte oscura con su manto asfixiante de pesadillas y frío glaciar sobre la piel del hombre viajero en esta noche. Cuántas muertes en la vida del hombre, cuántos ríos de sangre para comprender la inutilidad de tanto martirio sobre la superficie rugosa de nuestro planeta. Cuántas civilizaciones han construido sus maravillosas obras de ingeniería, sus palacios, sus calles empedradas, las reproducciones de sus dioses, sus sillas y sus mesas sobre la sangre de otros hombres, cuántas culturas han solidificado sus raíces regadas con el corazón sangrante de miles y miles de hombres, mujeres y niños. Cuando los primeros conquistadores españoles llegaron a nuestro continente se horrorizaron con las prácticas caníbales y ritualísticas de algunos pueblos y lavaron la afrenta a sus cristianos ojos con un baño de sangre jamás visto en nuestra historia. El invasor bárbaro detrás del indígena bárbaro en una cadena inagotable de dolor y humillaciones y más dolor y más humillaciones que resquebrajó para siempre los cimientos endebles de nuestro continente, que transformó su inestable geografía hasta formar un nuevo diseño, un molde, un probeta desde el cual salimos todos gritando de dolor como si fuese nuestro primer grito de espanto al nacer, luego del dulce baño marsupial en el útero de la madre y la madre es la tierra y el líquido amniótico es la sangre de nuestros pueblos originarios y nosotros somos la resultante de la simbiosis racial y cultural, de la muerte y de la vida entrelazadas por una cadena de fuego y tiempo, somos el momento impreciso entre el día y la noche, un bosquejo inconcluso lanzado con premura hacia el espacio de nuestro tiempo luego de la marea envolvente de los ciclos eléctricos del destino.

Cuántas muertes he debido soportar en este largo viaje, cuánta gente muere en este preciso momento que viajo rumbo al sur al encuentro de la muerte en este bus que de tanto en tanto baja su velocidad hasta el límite permitido por los sensores de velocidad. He muerto mil veces mientras caigo en el sueño, he caído mil veces con cada muerte, he llorado y he reído y en este momento de soledad mis ojos se anegan con las lágrimas que brotan y brotan como si proviniesen de una fuente inagotable, abierta en la tierra por una misteriosa mano anónima, mi piel ha cambiado de rumbo con cada eclipse de luna llena, he devorado estrellas a mi paso con el hambre de cielo que me atormenta por las noches cuando miro la oscuridad tamizada de puntos movedizos y estáticos sobre mi cabeza. Sólo he sido hasta ahora un naufragio desconocido en la inquietud del tiempo, un barco desconocido, un errante anónimo del que nadie pide antecedentes y al que nadie busca ni espera en ningún puerto. Sólo he sido hasta ahora una figura pasajera, un asteroide sin eje girando a merced del viento y de los vaivenes de la casualidad y el azar. He despertado mis fantasmas y estos no me dejan dormir en esta noche, he perdido la luz en una terrible borrachera y ahora navego a ciegas por este mar de penumbras y ruido submarino. Siento que el mundo arde detrás mío, los caminos se cierran a mi espalda, los puentes se cortan luego de mi paso, siento el ruido del Viaducto del Malleco corroer su estructura luego de mi paso hasta lanzarla a tierra en un chirrido de fierros retorcidos que me perturba. Siento la tensión en mi pecho, en mi ombligo que alguna vez fue un puente entre mi mundo y el de mi madre y que también fue cortado segundos después de haber nacido y que aún, luego de 25 años continúa así, cubierto de espacio vacío entre su mundo y el mío. Nadie más que yo y el conductor y la máquina que señala el límite de velocidad permanecemos despiertos. Todo el mundo se ha perdido en el sueño y viaja prematuro a merced de nuevas sensaciones. Todo el mundo se ha perdido irremediablemente en este oscuro laberinto que resulta ser el interior del bus. Permanezco en silencio, hablando tan sólo con la corriente del pensamiento, ¡Como quisiera articular la palabra escrita en este instante!, ¡Como quisiera pedirle a mi cerebro que avanzara a la velocidad de mis dedos para poder desarrollar de mejor forma las ideas!, pero mi cerebro no me responde, viaja sólo, a la deriva por el camino de su propio ritmo monocorde, desesperadamente acelerado, y yo no puedo hacer nada para atrapar las palabras que se escapan como estrellas fugaces por las paredes de la memoria, no puedo detener este flujo incontenible de ideas inconexas que se separan de mi propio pensamiento construyendo mundos paralelos al de mi propia imaginación como si se tratasen de amebas en su proceso de creación de una nueva célula y así me siento en este instante, como si fuese el partícipe directo de un nuevo nacimiento dentro de mi propio ser corporal . Observo a mi vecina de asiento, perfectamente desconocida hasta hace unas pocas decenas de minutos y ahora parte integrante de este trozo de vida que vivo, coprotagonista de mi locura cerebral. Le hablo en silencio, con ideas que fluyen de este nuevo ser corporal al que comienzo a dar a luz, disparo mis palabras por este aire envolvente y tibio de la madrugada, en silencio, como una alimaña del desierto que se arrastra lentamente buscando el camino de su presa. Miro a mi compañera y le hablo como si le hablara a la Cordillera de Los Andes y su majestuosa corporalidad. Siento el paso del viento, allá afuera, abrir el camino furiosamente, golpear sobre los árboles como si se tratara de un ajuste de cuentas entre dos enemigos irreconciliables. Siento que el mundo galopa sin sentido entre un abismo y otro como un ciego con la frente marchita y los pies destrozados por el paso inclemente del tiempo. Pero tú, compañera mía, en este viaje de insomnio al lado de tu asiento, ¿Qué puedes entender de la locura de dar a luz las ideas en este otro viaje tuyo del sueño?, ¿Qué puedes entender de mis cavilaciones nocturnas y de las lágrimas que caen en una caída libre sobre mis mejillas?. Tus dulces sueños de mujer fértil no pasan por mi boca sino en susurros.

Pronto despertarás, el despertar es una sensación apocalíptica de embriaguez, como si hubiésemos perdido un tesoro valioso. El despertar es como si algo nuestro se hubiese perdido para siempre, siguiendo el curso de la humanidad dormida, el despertar es como volver a la vida después de un largo naufragio en medio de la noche inquieta, el despertar es volver a situarnos en nuestro espacio tiempo con la in entendible sensación de que pertenecemos a otro mundo extraño que se aleja irremediablemente mientras reubicamos nuestra estructura en busca de la muerte. Y no es acaso la muerte la primera meta que todos perseguimos sin saber. Para morir es que hemos nacido, el camino es este corazón que late deprisa y golpea su savia en las sienes, el camino es esta vida diaria que día a día nos conecta como si se tratara de un puente móvil a dos orillas de luz y sombra permanente. Vivimos y perduramos y crece nuestro lenguaje como las ramas de un árbol, crece nuestro pelo linealmente. Es de a poco que caemos en las preguntas, primero es la confusión que provocan los elementos, luego sentimos la pesada carga de no tener respuestas exactas, la mirada de mil rostros con semblante diferente, la imagen de la duda que penetra por las puertas que abre nuestro intelecto rabiosamente y nos desnuda la imaginación y torna confuso nuestro andar y nos transforma en autómatas, en rígidas maquinarias al servicio de una maquinaria superior, indestructible que se alimenta con nuestro sudor, con el fruto de nuestras manos, con la rabia acumulada luego de tantos años inútiles, vividos en vano, perdidos como en un juego de azar que nunca quisimos jugar.

Vuelvo a mirarte vecina mía, desde este mundo inquieto que me perturba el alma, vuelvo a recuperar palabras que me pertenecían y que yo he borrado sin querer, pisándolas con el descuido del niño que corre sobre la arena con todo el ruido del universo germinando planetas en torno a él. Vuelvo y reabro este cofre marchito. Vuelvo hasta el mismo punto de partida de esta vuelta elíptica que empezamos a recorrer al nacer, vuelvo a cobrar sortilegios sobre las paredes de esta gran casa que me persigue como una sombra siempre presente. Vuelvo a abrir este trozo de mundo cerebral que han forjado los astros en torno a mí. Ya nada me pertenece, nunca nada me ha pertenecido más que mis manos y los músculos que se enredan sobre mis huesos y este volcán hambriento que me habita y esta naturaleza furibunda que se estremece con cada latido de piel. Nada me pertenece excepto mis pasos cansados de pisar donde antes pisaron otros pasos cansados de pisar la tierra revuelta por millones de otros pasos, cansado de pasar por el puente aquel por el cual ha transitado la humanidad entera en su viaje sin retorno, la humanidad entera con su carga imprecisa de historia. Estoy sentado en medio del puente, viendo abrirse el cielo y la tierra mientras caen los hombres al abismo, estoy sentado, retornando de quizás que lugar endiablado y quizás cierre los ojos y me lance de espaldas para caer donde mismo estoy sentado ahora en este incómodo asiento de bus frente a ti, dulce compañera, que duermes mientras el mundo se destruye en torno nuestro. Vuelvo a ti, mujer, vecina mía, vuelvo a recobrar el aliento perdido hace mucho tiempo atrás, vuelvo a ver esa boca profunda de mujer cerca de mis ojos escrutadores. Busco un límite, un río para mirar hacia la otra orilla y cruzar de ser posible.

A veces hay que tender a mirar a la muerte a los ojos, prepararse, dominar los temores, enfrentar los fantasmas que revolotean en nuestro entorno como molestos zancudos, hay que preparar las baterías para la gran batalla por la vida, descargar las emociones del pecho, librarse del equipaje, de los puntos cardinales y del propio idioma para enfrentar a la dama vestida de negro con una sonrisa insolente y desprejuiciada. Hay que romper el miedo que nos embarga como el frío en algunas noches de bohemia. Hay que transitar como un oscuro animal sediento de palabras, plagado de dudas y de certezas, como un mar muerto de dudas y de certezas, como un libro dormido olvidado en un viejo armario, como el tesoro que espera abrigado en el manto de la tierra. A veces hay que tender a morir para palpar la insistencia de estar vivos, para saber de qué se trata estar vivos, para entender la inutilidad de las convenciones, de las murallas protectoras, de nuestros escudos que nos alejan, que me alejan de ti, mujer frente a mis ojos incontrolablemente despiertos mientras duermes, que se acercan, buscando tu aroma y la tibieza de tu respiración, que te huelen por sobre el ropaje, por sobre la consistencia del abrigo, que buscan la tibieza carnal de tu boca y que te roban un beso mientras duermes, mientras el conductor disminuye la velocidad para acallar el ruido delator del sensor de velocidad, mientras todo el mundo conocido duerme en esta larga noche de verano, mientras deprisa me acerco hasta el paisaje cálido de mi niñez y de lo mejor de mis recuerdos infantiles.