Porque escribir

…“Rinaldo, Rinaldo te estamos esperando, ahora vamos a hacer un tema de Rinaldo, poné más agudo esto”… “Hola, hola, hola, parezco un político. No se escucha parece…Bueno, este, yo voy a hacer un tema que se llama La Niña… Esteeee… La niña es, …esteee… es muy dulce, muy mansa… ¡Que pasa!, ¡que pasa!, hola, hola. Bueno,… escucha la letra porque yo, esteeee, mejor cuando se escribe que cuando se habla... Y después queda, ¡viste!....”

Rinaldo Rafanelli, en concierto de despedida Sui Generis 1975

lunes, 28 de marzo de 2011

PALABRAS



En fin, tras una larga ausencia y un ajuste en el orden de este texto, creo que me he dejado llevar una vez más por mis dedos que escriben y escriben sin control alguno, para ellos no hay sueño posible capaz de borrar las palabras que en caudal incontenible brotan desde el centro de mi pecho. Hay una conjugación perfecta entre mis manos, sus dedos y las letras que yacen en el teclado. El camino es perfecto, salto entre uno y otro espacio y voy dando coherencia a las letras sueltas, las letras se agrupan en estructuras simples llamadas palabras, las que a su vez se agrupan en estructuras más complejas llamadas oraciones; las oraciones son capaces de construir su propio territorio, se adueñan del paisaje, pueblan los espacios vacíos, el gigantesco territorio anecúmene del cual están compuestos la mayoría de los cerebros; las palabras instalan sus mediaguas, sus chozas mínimas, sus viviendas básicas que el viento del invierno frío e inclemente arrastra como motas ligeras de algodón. Y luego las palabras establecen acuerdos y mancomuniones y sociedades de socorros mutuos en defensa de su precario sistema organizativo y transforman el entorno y dan curso nuevo a la aurora y levantan puentes para unir territorios inexplorados y llevan la luz hacia los pantanos insondables donde reina la oscuridad casi perpetua, y avanzan y avanzan y avanzan... Las palabras, tras una larga revuelta y muchas pérdidas, se toman por fin el poder en mi sistema cognitivo. Todo mi universo paradigmático está compuesto de palabras, todos mis esquemas mentales, todo mi sistema de representaciones, toda mi carta cognitiva está tapizada por un gran mural maravilloso e inagotable de palabras. Palabras, palabras… Palabras que bailan la danza del amor como la palabra MÚSICA pronunciada por tus labios de terciopelo. Palabras que anuncian el advenimiento de algo más poderoso aún que el precario amor de los hombres, como la palabra LIBERTAD. Palabras que tiemblan solas en su vigor lúdico y maravilloso como la palabra ORGASMO. Palabras joviales, antiguas y necesarias como la palabra REBELIÓN. Palabras femeninas y sensuales como tu nombre, dulce mujer. Palabras, palabras que el viento sur arrastra sin prisa hacia un destino incierto cargado de emociones vitales y furiosos vendavales que hacen crecer los ríos cordilleranos. Palabras, palabras como la palabra FIN, tras de la cual, ya nada tiene sentido por esta noche.

1 comentario:

  1. Siempre fue y siempre será un agrado escucharte, leerte, adivinarte...mis cariños y recuerdos, querido amigo
    Myriam

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