Porque escribir

…“Rinaldo, Rinaldo te estamos esperando, ahora vamos a hacer un tema de Rinaldo, poné más agudo esto”… “Hola, hola, hola, parezco un político. No se escucha parece…Bueno, este, yo voy a hacer un tema que se llama La Niña… Esteeee… La niña es, …esteee… es muy dulce, muy mansa… ¡Que pasa!, ¡que pasa!, hola, hola. Bueno,… escucha la letra porque yo, esteeee, mejor cuando se escribe que cuando se habla... Y después queda, ¡viste!....”

Rinaldo Rafanelli, en concierto de despedida Sui Generis 1975

miércoles, 31 de julio de 2013

LA OLA - Parte Primera

El alegre y rápido acorde de “rock en la escuela” de The Ramones marca el comienzo de la cinta. Luego comienzan a estructurarse los episodios, un profesor, el mismo que escuchaba a Los Ramones mientras manejaba a su trabajo (nótese el sencillo estampado de su polera), incómodo porque tendrá que dar la cátedra de Autocracia y no la de anarquía, su favorita en un proyecto escolar de una semana de duración.

Jóvenes alemanes y sus dilemas
¿Contra qué podemos rebelarnos? Ya nada tiene valor… todos tienen su propio placer en mente. Falta una meta común a la generación, ese es el espíritu de nuestros tiempos. Esas y otras disquisiciones, flor de declaración de principios del nihilismo posmoderno.

Autocracia: el poder en manos del mismo y minúsculo grupo de siempre que fabrica leyes a su entero beneficio, que se reparte las riquezas de todo un país, que esquilma los bolsillos de la masa incauta hasta el hartazgo, que los endeuda por 20 o 30 años y un día, que los atormenta con el infierno si cometen el delito de sublevarse, que asesina a sus caudillos, que apaga la rabia y la organización con el soma permanente de los medios de comunicación que nada comunican y que también, de manera evidente, les pertenecen. Repito, cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia y esto no es una amenaza en sí misma, aunque sí una ironía, cierre de paréntesis).

El profesor Rainer o simplemente Rainer para sus estudiantes, que lacónicamente, sin gracia ni chispa, va contando las verdades de un estilo de gobierno que no lo representa. Los jóvenes alemanes, entre asumiendo la culpa y/o responsabilidad histórica y críticos respecto de las decisiones tomadas por sus abuelos y bisabuelos en aquellos días, no tan lejanos en el tiempo, tan sólo ayer, tan sólo hace un segundo atrás en la perspectiva del tiempo humano.


Será posible volver al horror?. Para algunos es lo único que le daría sentido a sus vidas, reeditar al tercer Reich, a la superioridad forzosa a través del control total y el exterminio de los inferiores… pareciera ser demasiado fácil, pareciera. Toda autocracia tiene un líder, un único líder cuyo poder y decisiones son incuestionables. Se me imaginan muchas autocracias con este primer requisito (nuevamente la vieja triada del poder). El orden, la disciplina, el respeto a la autoridad, el dominio de sí mismos, el autocontrol, sentir el PODER, correr por mis propias venas produce un efecto peligrosamente satisfactorio, embriagador, convincente a plazo muy corto, y el efecto se reproduce y multiplica exponencialmente en la masa que actúa como un receptor pasivo y hambriento de sentido. Ahora sí las cosas cobran sentido. Si a esto le agregamos una situación económica compleja tenemos el caldo de cultivo para el arribo de un gobierno totalitario o quizás, en el mejor de los casos, de una revolución.

La semana avanza. La comunidad como el pilar en el que se sustenta el poder del líder. El uniforme como una señal de distinción y vínculo. El profesor que se entusiasma con los resultados e interés despertado en sus estudiantes. El ego que se apodera de sus ideas. El sabor dulce de la derrota del otro profesor que eligió la clase de anarquía antes que él, le otorga pasión a su trabajo y cuando un profesor se mueve con los resortes de la pasión, es capaz de mover al mundo, aunque eso signifique caer en un abismo sin fondo como en el caso que nos muestra la cinta señalada.

¡Cómo darnos cuenta que estamos cometiendo un irreparable error! si nuestro ego nos enceguece. Basta solo mirar el diálogo entre Rainer y una de las pocas estudiantes lúcidas que le quedan (Karo) y esta le señala que la situación se le ha escapado de control. Rainer la rechaza invitándola a cambiarse de clase; es el ego ciego y no la perspectiva pedagógica el que está hablando. Luego, como si no hubiese existido un mejor nombre para el cuadro del viejo Hokusai, la Ola avanza y crece incontenible.


Todos necesitamos sentirnos parte de algo, todos buscamos una voz distante que sintonice con nuestra voz para romper la distancia que hay entre un abismo y otro. Después de todo somos animales sociales y la cultura es nuestro hábitat y basta sólo un muchacho con dificultades de comprensión lectora o con problemas afectivos y relacionales como Tim para que se desencadene la tragedia. El adjetivo cuando no da vida, mata, señalaba el viejo Huidobro, aquel rebelde de finos modales y mirada parisina en el siglo pasado y cuando el profesor equivoca el camino, todo lo que haga puede traer funestas consecuencias. Cada palabra mal dicha desata tempestades en la vida cotidiana, en sus propios estudiantes, en su relación de pareja, al otro lado del océano.

La Ola avanza y su caudal aumenta exponencialmente con el tiempo ¿Será capaz de atravesar los diques de contención?. Cuando Rainer reconoce que se han sobrepasado, que han ido demasiado lejos y les pide que vayan a sus casas para meditar lo vivido durante esa eterna semana, la ola golpea y por un segundo arrasa con todo a su paso hasta desvanecerse y convertirse sólo en un mal recuerdo.

FICHA TÉCNICA DE LA CINTA

TÍTULO ORIGINAL: Die Welle
DIRECCIÓN: Dennis Gansel
AÑO: 2008
PAIS: Alemania
DURACIÓN: 107 minutos
GUIÓN: Dennis Gansel, Peter Thorwarth
PRODUCCIÓN: Christian Becker, Nina Maag, Anita Schneider
FOTOGRAFÍA: Torsten Breuer
MÚSICA: Heiko Maile
MONTAJE: Ueli Christen
INTERPRETES: Jurgen Vogel como Rainer Wenger, Max Riemelt como Marco, Jennifer Ulrich como Karo, Frederick Lau como Tim, Christiane Paul como Anke Wenger, Cristina do Rego como Lisa, Elyas M’Barek como Sinan, Jacob Matschenz como Dennos, Amelie Kiefer como Mona, Maximilian Vollmar como Bomber, entre otros.


ESCENA FINAL DE LA CINTA

THE RAMONES - ROCK ROLL HIGH SCHOOL 

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