Porque escribir

…“Rinaldo, Rinaldo te estamos esperando, ahora vamos a hacer un tema de Rinaldo, poné más agudo esto”… “Hola, hola, hola, parezco un político. No se escucha parece…Bueno, este, yo voy a hacer un tema que se llama La Niña… Esteeee… La niña es, …esteee… es muy dulce, muy mansa… ¡Que pasa!, ¡que pasa!, hola, hola. Bueno,… escucha la letra porque yo, esteeee, mejor cuando se escribe que cuando se habla... Y después queda, ¡viste!....”

Rinaldo Rafanelli, en concierto de despedida Sui Generis 1975

martes, 9 de agosto de 2011

EL TEMOR ATÓMICO

Este breve texto surge a raíz de conmemorarse hoy un aniversario más de la segunda bomba atómica lanzada sobre una población civil en la ciudad de Nagasaki.
El paso del terremoto en nuestro país el pasado 27 de febrero de 2010 despertó una profunda crítica en algunos sectores políticos respecto de la tozudez de nuestro gobierno de llevar adelante los estudios de factibilidad técnica respecto de la posibilidad de instalar centrales nucleares para producir energía. El posterior terremoto y tsunami en Japón y la falla, que aún perdura, en la central de Fukushima parecieron dar la razón a quienes promueven otros tipos de búsquedas de energía. Sin embargo los estudios, aunque menos entusiastas que antes, persisten y más temprano que tarde podemos oír una sorpresa al respecto.
Un país como el nuestro, destinado a vivir en medio de terremotos y explosiones volcánicas, con una altísima y reconocida vulnerabilidad sísmica, con una geografía “a lo largo” que torna muy difíciles las comunicaciones en casos de emergencia (basta recordar las horas posteriores a nuestro terremoto), con innumerables fallas geológicas, incluso una que atraviesa nuestra capital por la zona precordillerana y que, para infortunio nuestro pasa por debajo de la Central Nuclear de La Reina, pareciera ser el lugar menos indicado para promover la energía nuclear como respuesta a la demanda empresarial de energía… Pero aquí estamos. Las primeras preguntas que surgen peregrinamente respecto de esta delicada posibilidad ¿Dónde se instalaría la Central, cerca de qué pueblos, dónde irían a parar los desechos atómicos, quién nos garantiza que no habrá fugas radioactivas, quién nos asegura que no suceda lo que en la Escuela La Greda, en la que los niños contaminados con arsénico están condenados a morir de cáncer el día de mañana y la planta del Complejo Ventanas de CODELCO funciona impunemente; se contamina un pueblo entero, pero son los niños y su escuela los clausurados y trasladados llevándose el veneno en sus cuerpos un poco más lejos donde no puedan molestar mucho.

La posibilidad de aumentar la matriz energética a partir de la energía nuclear en nuestro suelo es a esta altura, otra probable irresponsabilidad del poder económico, probablemente la más letal. En su afán permanente por obtener jugosas ventajas económicas la élite se ha empecinado por tensionar al máximo nuestra relación con la naturaleza y cada uno de sus elementos. Pareciera que mientras más podamos depredar, cortar, aserrar, romper, secar, desviar, trasladar, convertir en ganancia para los bolsillos de unos pocos, más desarrollados estamos y somos, pero eso no se condice con la realidad que muchos de nosotros vemos a diario en nuestros diversos puntos de trabajo. Un sector cada vez más grande de la población no vive ni disfruta de ese Chile que entró a la OCDE, ese Chile que goza del prestigio internacional por su sólida economía, ese Chile de las grandes inversiones, del dinero abundante, el Chile de la leche y la miel. Lo que a diario vive un gran sector de nuestra población es el Chile de la postergación, de los sueldos miserables cuando hay sueldo, de una relación patronal abusiva y medieval, de viviendas precarias como calaminas del desierto en pleno ciudad. Para qué seguir. Cada vez más en nuestro país los grandes discursos de transformación y crecimiento económico están puestos en entredicho por la enorme brecha económica que separa a los poderosos del resto de la población. El tema de la energía nuclear es uno más entre todos estos grandes temas que determinan nuestra visión de desarrollo.
Los sobrevivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki aún conservan en sus cuerpos la marca radioactiva, sus hijos heredaron sus mutaciones y los hijos de sus hijos también. El uso responsable de la energía nuclear ha garantizado el abastecimiento eléctrico para varios países, pero el costo de una fuga radioactiva sería terrorífico. Actualmente son 8 los países que poseen bombas atómicas (EEUU, Rusia, Francia, Inglaterra, China, India, Pakistán, Corea del Norte) y algunos analistas plantean las sospechas no confirmadas respecto de Israel. Los 5 primeros han firmado un Acuerdo de No Proliferación Nuclear. Según consigna una reseña del diario El País de España en su edición online el pasado 14 de marzo de 2011, existen a esa fecha, 442 reactores nucleares repartidos en 29 países, siendo el de mayor cantidad de reactores EEUU (104), pero considerando a Francia (que posee 58) como el país con mayor cantidad de reactores nucleares en relación con su población. En América Latina, tanto Brasil, como Argentina y México poseen 2 cada uno, pero en todos hay estudios aprobados para aumentar la cantidad de reactores. Este tema está lejos de agotarse, mientras tanto un breve paso por el recuerdo con este corto japonés y un trozo de un tema clásico de los 80 en nuestro país y en clave rockera

CORTO JAPONES


Les sugiero este enlace a la canción "Enola Gay" del grupo de rock chileno "Rimel". Es una joyita del rock clásico criollo. Lamentablemente la canción no está completa, existe otra versión en youtube pero no se puede escuchar. Dejo también una dirección donde sólo pueden escuchar la canción como mp3 e intentar bajarla

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