Porque escribir

…“Rinaldo, Rinaldo te estamos esperando, ahora vamos a hacer un tema de Rinaldo, poné más agudo esto”… “Hola, hola, hola, parezco un político. No se escucha parece…Bueno, este, yo voy a hacer un tema que se llama La Niña… Esteeee… La niña es, …esteee… es muy dulce, muy mansa… ¡Que pasa!, ¡que pasa!, hola, hola. Bueno,… escucha la letra porque yo, esteeee, mejor cuando se escribe que cuando se habla... Y después queda, ¡viste!....”

Rinaldo Rafanelli, en concierto de despedida Sui Generis 1975

jueves, 23 de junio de 2011

EL CICLO DE 4 DIAS – Tercer día

Los pájaros despliegan sus voces multisonoras. Sus cantos anuncian el tiempo de ayer y el de mañana y en su vuelo despliegan deseos de esperanza y renovación. Ellos vuelan muy alto, cruzan el ozono con su simetría de fuego. Hablan y evocan el mundo de los antepasados con sus onomatopeyas que todo lo entienden, que todo lo descifran, que todo lo recuerdan. Hablan y predicen lo porvenir, anuncian la venida inminente de la lluvia, el paso de viajeros aún no descubiertos por el ojo desprevenido, huelen la estela inasible que deja la muerte, cantan de gozo por una vida que se abre paso desde el útero hasta la tierra…Saben, y en tanto saben su volar es sagrado.


El frío se torna inclemente. Avanzamos cada vez más profundo en la noche en esta noche, la noche más larga del año, la última noche antes del nacimiento del nuevo sol. A partir de mañana todos los ciclos de la madre tierra se renuevan y con ellos, somos nosotros mismos los que entramos en una fase de redescubrimiento, de reformulación, de búsqueda y abandono, de nuevas certezas y nuevas dudas. Nosotros mismos somos como una semilla que cada año ve la luz convertida en algo superior. Cada paso que damos nos acerca un poco más hacia esa sustancia incomprensible llamada sabiduría. Nosotros mismos somos guerreros en un viaje de búsqueda interior, buscando la mejor forma de ser nosotros mismos, con esa mirada insumisa que se despliega de nuestras pupilas andinas, con esa rabia guardada y contenida que a veces busca un punto desde el cual desplegarse frente a tanto dolor hermano. Nosotros mismos somos ese sol que se va y se va hasta casi desaparecer, pero que vuelve, año a año, como siempre y desde siempre en su eterno retorno hacia el sur, hacia la tierra viva y lluviosa del sur, nuevo y fortalecido, nuevo y renovada, para comenzar, una vez más también, el largo ciclo de la vida y de la muerte

EL HOMBRE PÁJARO


CONCIERTO DE PÁJAROS


COSMOVISION MAPUCHE


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