Porque escribir

…“Rinaldo, Rinaldo te estamos esperando, ahora vamos a hacer un tema de Rinaldo, poné más agudo esto”… “Hola, hola, hola, parezco un político. No se escucha parece…Bueno, este, yo voy a hacer un tema que se llama La Niña… Esteeee… La niña es, …esteee… es muy dulce, muy mansa… ¡Que pasa!, ¡que pasa!, hola, hola. Bueno,… escucha la letra porque yo, esteeee, mejor cuando se escribe que cuando se habla... Y después queda, ¡viste!....”

Rinaldo Rafanelli, en concierto de despedida Sui Generis 1975

sábado, 23 de julio de 2011

LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS

CONTEXTO HISTÓRICO DE LA CINTA
De haber triunfado y haberse consolidado la Revolución Social que instaló a España en el corazón romántico y libertario de todo el mundo en la tercera década del siglo XX, la historia del siglo XX en Europa y el resto del mundo hubiese sido otra totalmente distinta. La primera Gran Revolución Social Libertaria de los tiempos modernos. Todo comenzó con la caída del Antiguo Régimen en España y el nacimiento de la Segunda República: El gobierno de los hombres y las mujeres, no ya de la curia, no ya de la élite, ni del ejército, ni de los poderosos de siempre. Hombres y Mujeres dignos en su concepción de seres humanos, libres, capaces de cambiar el curso de la historia, da hacer productivo el campo para todos y no para unos pocos, con una autoridad capaz de darle dignidad a las personas más allá de sus recursos económicos, de hacer leer y escribir donde antes reinaba la oscuridad de las letras, de permitirle el voto a la mujer, de velar por el cumplimiento de los derechos universales, con una educación laica, pública, mixta y obligatoria que veía en la educación el baluarte del nuevo mundo que se estaba comenzando a construir, en cuyas aulas se comenzaban a formar los hombres y las mujeres de la República, los hombres y mujeres libres del mundo.

El 14 de abril de 1931 comenzó la marcha de la Segunda República. Baste sólo analizar los documentos de la época para recordar lo medieval de las relaciones sociales en la España de aquella época, en el campo, en la ciudad, en los pequeños villorrios. Ninguna Reforma era suficiente, ni siquiera el cambio constitucional de diciembre de 1931. Hacía falta la creación de miles de escuelas, fueron ocupadas algunas casas particulares y otros lugares para no creer, mientras se construían las definitivas, todo servía en la medida que pudiese cobijar un grupo humano para educarse. Hacían falta para esas miles de escuelas, miles de profesores con sueldos dignos y una carrera profesional dignificante… Dignidad, nunca antes esa palabra tuvo tanto sentido en el día a día del pueblo español. Hacían falta, del mismo modo, prácticas pedagógicas nuevas y profundas; el énfasis se instaló en el estudiante, en sus procesos de aprendizaje, en su relación con el entorno, en su capacidad y no en su bolsillo, el profesorado debió perfeccionarse, adecuarse a los nuevos tiempos, despertar del letargo, activar sus andamiajes mentales dormidos y oxidados, hacía falta instalar al maestro en el ámbito inasible de la sabiduría, profesor fue siendo sinónimo de cultura, de intelectualidad, de conocimiento, pero también de posibilidad, de transformación, de cambio.

La gran extensión del campo se estremeció también con tanto cambio. En vastos sectores de Galicia, en la zona minera de Asturias, en los campos de Aragón, en Cataluña y otros puntos de la gran España la tierra dejó de ser propiedad privada y exclusiva de los privilegiados de siempre. Ahora la tierra era de todo el que la trabajara, más no de manera independiente y buscando el provecho particular y privado, la tierra se colectivizó en las diferentes organizaciones de campesinos que comenzaron a surgir. Una cinta dramática, pero que se instala precisamente en esta fotografía del tiempo es “Tierra y Libertad” del gran Ken Loach.

El cambio político que significó el advenimiento de la Segunda República fue dando paso en el fragor de 3 años a una Revolución que parecía imparable. Sin embargo el 18 de julio de 1936 comenzaba la asonada golpista del General Franco en las islas Canarias, dando paso al comienzo de la Guerra Civil Española. Luego vendría la tragedia y la épica, las columnas internacionales, la organización horizontal de la FAI y la CNT, el POUM, la guerra interna con el PC prosoviético y por ende estalinista que intenta administrar a su manera la Revolución, Guérnica y los aviones nazis, la heroica Columna de Durruti que en la medida que luchaba hacía Revolución instaurando la sociedad sin clases ni privilegios, la defensa de Madrid, la pérdida de Cataluña, la retirada hacia Francia de los sobrevivientes, las masacres de los vencedores, en fin.

LA CINTA

En el contexto de las películas presentadas en CINE PEDAGOGÍA, probablemente esta es una de las más conocidas. La Lengua de las Mariposas es una cinta ambientada, precisamente en ese espacio de tensión previo a la Guerra Civil. El escenario de la tragedia es Galicia y el año 1936. El hilo conductor de la cinta es la historia de Moncho, un pequeño que comienza su vida escolar tardíamente debido al asma que padece. Con su ingreso a la escuela comienza también el descubrimiento de un mundo más real, fascinante y complejo de lo que hubiese pensado. Moncho es influido bellamente por el viejo profesor ácrata Don Gregorio, un maestro de aquellos que mira a sus estudiantes con profundidad y con un respeto único por la dignidad que cada uno de ellos representa. El viejo profesor se esmerará por enseñar a Moncho todo aquello necesario para que el niño pueda descubrir e interpretar el mundo con sus propios ojos. Le motivará en la lectura, le hará comprender la naturaleza de manera empírica a través de la observación y de la experimentación, la enseñará la mejor forma de acercarse a la niña de sus amores como hacía el tilonorrinco para atraer a su hembra. Poco a poco Moncho superará su temor inicial y se transformará en un estudiante ávido de conocimiento, en un niño que comienza a mirar el mundo y su vastedad, en un “gorrión” que vuela y vuela muy lejos, sólo baste recordar sus ojos cargados de imaginación y sorpresa.

Junto con el episodio penoso que protagoniza Moncho en su primer día de clases de inmediato llama la atención el curso, caracterizado por las diferencias de edades y niveles, al que se integra este joven, tímido, pero vivaz jovencito. Nos hace recordar el curso de ese otro entrañable profesor de la cinta “Le Ecole Buissonniere”, el señor Pascal y nos remite, del mismo modo, a una realidad muy propia de nuestro país en la zona rural.

La cinta se articula en torno a varios puntos significativos. Por un lado en lo ya dicho, la relación pedagógica que Moncho establecerá con su maestro, relación basada en un respeto irrestricto del viejo profesor por el particular proceso de aprendizaje de su delicado pupilo. Del mismo modo su hermano Manuel cobra un bello protagonismo en la medida que se va haciendo dueño de su saxofón y sobre todo cuando encuentra la forma de declarar su amor a una silenciosa niña oriental con las notas que extrae de su instrumento. Manuel viene a ser el puente natural de Moncho y su particular mirada de niño y el mundo cada vez más arbitrario y menos fantástico de los adultos, el hermano mayor será una figura gravitante para que el niño vaya desarrollando su precario sistema de representaciones, su visión particular del mundo con sus categorías, su capital simbólico como diría Bourdieu. Por otro lado está presente la tensión que sacude a toda España en la figura del terrateniente, del sacerdote y de la omnipresente autoridad militar caracterizada en la Guardia Civil, (los 3 eternos poderes), en oposición a los republicanos cuya fuerza es la gente del pueblo, los campesinos. Vemos el colorido, la música, las fiestas, vemos a la parafílica Carmiña y su afición por hacer el amor con su hombre junto a su perro Tarzán, vemos las costumbres de la España rural, vemos las perspectivas políticas, la sutil presencia de la ideología del profesor cuando le presta un libro al “gorrión” y toma, por unos breves segundos, “La Conquista del Pan” de Kropotkin, luego le entregará “La Isla del Tesoro”. Vemos y sabemos que se acerca un desenlace inevitable, una guerra que quisiésemos haber ganado, un momento que quisiésemos nunca hubiese ocurrido, pero que llega irremediablemente. Una plaza atestada de gente, los derrotados, los republicanos, los vencidos que salen de un calabozo y entre ellos el viejo profesor que hacía más daño con su práctica que con su discurso. Vemos a la madre de Moncho tratando de salvar a su familia del terror que se viene a costa de la traición abierta, vemos al profesor y su mirada triste como la de un mundo que se muere y vemos al niño que le grita sin saber aún el significado de las palabras que grita, sin saber tampoco que con su grito termina por abatir el último reducto de esperanza y fe en la especie humana que el profesor abrigaba en su corazón.

Por último es interesante decir que la película está basada en una trilogía de cuentos de Manuel Rivas, compuesta por “La Lengua de las Mariposas”, “Un saxo en la Niebla” y “Carmiña” presentes en el libro“¿Qué me quieres, amor?”.

FICHA TECNICA DE LA CINTA
NOMBRE: La Lengua de las Mariposas
GÉNERO: Drama
DIRECTOR: José Luis Cuerda
GUIÓN: Rafael Azcona, José Luis Cuerda, Manuel Rivas
FOTOGRAFÍA: Javier Salmones
MÚSICA: Alejandro Amenábar
PAÍS: España
AÑO: 1999
DURACIÓN: 95 minutos
ACTORES: Fernando Fernán Gómez como Don Gregorio, Manuel Lozano como Moncho, Uxía Blanco como Rosa, Gonzalo Uriarte como Ramón, Alexis de los Santos como Andrés, Elena Fernández como Carmiña, Tamar Novas como Roque, Celso Bugallo como el Cura.

DISCURSO DE DESPEDIDA DEL MAESTRO


ESCENA FINAL

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