Porque escribir

…“Rinaldo, Rinaldo te estamos esperando, ahora vamos a hacer un tema de Rinaldo, poné más agudo esto”… “Hola, hola, hola, parezco un político. No se escucha parece…Bueno, este, yo voy a hacer un tema que se llama La Niña… Esteeee… La niña es, …esteee… es muy dulce, muy mansa… ¡Que pasa!, ¡que pasa!, hola, hola. Bueno,… escucha la letra porque yo, esteeee, mejor cuando se escribe que cuando se habla... Y después queda, ¡viste!....”

Rinaldo Rafanelli, en concierto de despedida Sui Generis 1975

jueves, 26 de agosto de 2010

DESPUÉS DE TODO

Después de todo somos viajeros. Nuestros pies remarcan y pisan las huellas dejadas por otros hace mucho tiempo atrás. Después de todo el viento, la lluvia inicial del mes de agosto, la danza del nuevo día sobre mi cabeza despejada y la luz del sol son nuestro único verdadero referente.

Cada noche veo el cielo caer bajo mi ventana de fieltro y sé perfectamente que todas las estrellas han muerto hace mucho tiempo atrás y mi piel se estremece con el espectáculo brindado por el mundo y mi ojo de milenio tardío no da crédito frente a tanto animal planetario moribundo.

Después de todo no somos sino lo que somos, finas estructuras de carne y hueso adheridas a la piel del porvenir. Después de todo vibramos al unísono del nuevo día y nuestro pecho recibe el abrazo de la mañana con un aire irresoluto de libre expectación.

Después de todo nos ceñimos cada mañana nuestro antiguo traje desgastado por los días, sastres de nuestro propio destino, articuladores de los próximos temblorosos pasos, herméticos transeúntes en un constante vibrar entre este mundo y el que perdimos irremediablemente en los sueños.

Después de todo todo y nada nos pertenece, después de todo vivimos y perduramos en el día y nuestro lenguaje se purifica cada mañana y así nos vamos haciendo
viejos y a veces, de vez en cuando, alguna extraña premonición de muerte nos embarga el pecho y la muerte pasa con su vestido de hielo cargando el peso de los que han partido y los que han partido han dejado un vacío parecido al de una fotografía perdida del marco frente al espejo que nos observa temprano al despertar.

Y así ha sido todo, un permanente bregar en dirección del vaento sur. Y así ha sido todo, los días nos enseñan a vivir, cada día es un nuevo aprendizaje y cada noche es un nuevo contemplar el cielo desde tiempos inmemoriales, pero ninguna estrella nueva se ha adueñado del horizonte oscuro de los sueños, pero nunca nadie ha visto jamás la muerte y el nacimiento prematuro de una estrella y así ha sido todo entonces,
vivir y revivir, durar y perdurar, encontrar nuestro sitio en medio del gentío, ubicar nuestra estructura en el punto exacto en donde ya no pesa demasiado para
nuestro entendimiento, en donde de verdad comienza peregrinamente a sernos útil y esa utilidad nos libera y nos hace ser mejores. Y así ha sido todo entonces,buscar los indicios en el pavimento, seguir las viejas huellas intentando no salirse del camino, extraviar irremediablemente el camino, rearmar el sendero, reconstruirlo con imaginación, con inteligencia, con intuición, caminar ciegamente, tan sólo confiando en la brújula de nuestro corazón radioactivo, tan sólo confiando en la estrella perdida que guía nuestros pasos, tan sólo pensando en el fuego que habita en
nuestro pecho. Caminar y saber que el camino elegido es el correcto, caminar y estar seguro del camino.
Caminar, tan sólo caminar.

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