Porque escribir

…“Rinaldo, Rinaldo te estamos esperando, ahora vamos a hacer un tema de Rinaldo, poné más agudo esto”… “Hola, hola, hola, parezco un político. No se escucha parece…Bueno, este, yo voy a hacer un tema que se llama La Niña… Esteeee… La niña es, …esteee… es muy dulce, muy mansa… ¡Que pasa!, ¡que pasa!, hola, hola. Bueno,… escucha la letra porque yo, esteeee, mejor cuando se escribe que cuando se habla... Y después queda, ¡viste!....”

Rinaldo Rafanelli, en concierto de despedida Sui Generis 1975

lunes, 1 de noviembre de 2010

AL MAESTRO CON CARIÑO

CLAVE: Ingeniero que se hace profesor a la fuerza y descubre su talento
CONTEXTO HISTÓRICO DE LA CINTA
Corre la vertiginosa década de los 60, 10 años que revolucionarían la forma que tenemos de entender el mundo, que le darían sentido a frases como Poder Joven, Revolución de las Flores, Revolución a secas, Libertad, Rebeldía. Los que avanzamos a paso lento por la senda de los 40 años, somos hijos ilustres o tal vez nietos prematuros de aquellos momentos vertiginosos. Nuestros padres se conocieron escuchando las guitarras lúcidas del rock y la fuerza social de la Nueva Canción Chilena, esa música que hablaba de la gente de la tierra, esa gente sencilla que construye los puentes y los altos edificios y produce lo que otros comen en sus pulcras mesas y no figura en la página social de diario alguno y sólo aparece en televisión en la crónica roja de los noticiarios. Así como Chile bullía en un gigantesco despertar social el mundo también se estremecía, el planeta entero vibraba y se sacudían las viejas estructuras de poder.

En ese anterior contexto, en el contexto de la guerra de Vietnam, de los movimientos por la liberación de los países africanos del dominio colonial europeo, de los movimientos guerrilleros en América, de la revolución de las flores en Estados Unidos, del movimiento popular en Chile que llevaría a Salvador Allende a la presidencia el año 1970, de la píldora anticonceptiva que provocaría un destape sexual y traería temas como la liberación de la mujer, de los hippies, de las drogas alucinógenas, de las barricadas en París, de la primavera de Praga, de la lucha por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos y Sudáfrica, de un imperio mundial (el inglés), que comienza a perder su hegemonía en favor de otro imperio mundial (el norteamericano), es que se desarrolla esta cinta y es, precisamente, en Inglaterra donde está ambientada.

RESUMEN DE LA PELÍCULA
Una vez concluida esta sucinta contextualización histórica nos situaremos en el contexto local de la cinta. Son los primeros años de la década de 1960 y un ingeniero de raza negra, al no encontrar trabajo en su área decide incursionar en la pedagogía (esto ya me parece conocido a muchos casos cercanos vistos en CINE PEDAGOGÍA). El hombre en cuestión, de nombre Mark Thackeray (interpretado por Sidney Poitier) acepta el puesto en una escuela pública del Londres obrero, espacio cultural en el que los vecinos, en general, y los estudiantes, en particular, no sólo practican un lenguaje estilo proto cockney, abuelo del punk de los 80, sino también representan el espíritu de la época: rebeldes, contestatarios, groseros, cargados de la rabia proletaria frente a la injusticia del mundo de los poderosos. Thakeray será el blanco (dicho sin asomo de provocar un juego de palabras) de las burlas, de las “emboscadas”, de las humillaciones de sus estudiantes, quienes ven en este forastero a una buena posibilidad para reírse un poco de la autoridad.

Thakeray intentará, a través de métodos tradicionales (llamadas de atención, castigos, amenazas) controlar ese creciente germen de molestia y desgano de sus estudiantes, pero a medida que avanza y fracasa, sólo le queda esperar el milagro de un trabajo “en lo suyo”, es decir un trabajo lo más lejos de una escuela posible. La realidad y la necesidad de sobrevivencia inmediata, sin embargo, lo hace ir lentamente involucrándose en la vida de sus estudiantes y… mis estudiantes ya conocerán el resto del discurso: “dónde un profesor instala las emociones y el afecto como parte de su práctica pedagógica, ahí hay espacios mágicos que se abren entre su universo y el de sus alumnos”.

El ingeniero devenido en profesor se encontrará inevitablemente con una disyuntiva, una duda, una molestia que lo hará tomar profundas decisiones respecto de la forma en que está desarrollando su labor. En un determinado momento las clases dejan de serlo y se convierten en una tortura. A todos nos embargará, probablemente, esta sensación, a algunos ya nos ha pasado en algún momento oscuro de nuestra formación profesional in situ. Lo vital es rearticularse, apelar a la emoción profunda que nos motivó a elegir esta carrera y no otra menos costosa desde el punto de vista emocional. Algunos nunca reconocen el golpe y pasan a engrosar la onerosa lista de profesores gastados, cansados, prejuiciadores, castigadores, que desarrollan un sentido retorcido de la autoridad, que hacen más daño con sus palabras y acciones que beneficios. Otros dan el salto, revisan en profundidad su práctica, acogen la humildad como parte integral de su formación, no dudan en reconocer errores y buscar la mejor forma de resolverlos, reconocen en una clase que no funciona la posibilidad segura de mejora asumiendo su propia responsabilidad, se sienten aprendices permanentes, dudan de las certezas ciegas y arrogantes. Se hacen fuertes de una manera muy intuitiva y son capaces de llevar a la práctica sus nuevos descubrimientos, esos son los imprescindibles diría en clave pedagógica Beltolt Brecht.

Thakeray resuelve el acertijo, colapsa una posibilidad diría un seguidor de las lógicas cuánticas; colocado en su propio tránsito histórico elegirá lo nuevo, lo no inventado, será el creador de su propio método, con lo cual se constituirá, con todos los pergaminos, en un pedagogo, y su método moverá los cimientos de las vidas de sus estudiantes, como suele suceder cuando detrás de un profesor cualquiera se esconde una profunda y arrolladora pasión cuyo cauce es la educación. Thakeray tiene, entonces, su momento de insight, es decir aquella experiencia profunda que lo hace “mirarse hacia adentro” y cobrar una mirada más amplia de lo normal, una mirada abarcadora que lo lleva a elegir en esa disyuntiva de las decisiones, el camino correcto.

DATOS DE LA CINTA
Título Original: To Sir with love. Rebelión en las Aulas (España)
Duración: 01:44:56
País: Reino Unido
Año: 1967
Director: James Clavell
Guión: James Clavell (Novela: E.R. Braithwaithe)
Fotografía: Paul Beeson
Música: Ron Grainer
Actores: Sidney Poitier, Christian Roberts, Judy Geeson, Suzy Kendall, Ann Bell, Faith Brook, Geoffrey Bayldon, Patricia Routledge, Mona Bruce, Fiona Duncan, Rita Webb, Adrienne Posta, Edward Burnham
Productora: Columbia Pictures
Género: Drama

Les dejo dos videos de la cinta. En el primero podemos ver los últimos minutos de la película con la inolvidable canción que da título a la historia, interpretada por una artista de la época "Lúlú", quien también formó parte del elenco

El segundo video es una versión en castellano, interpretado por una artista peruana de nombre Kela Gates


AL MAESTRO CON CARIÑO (Versión en castellano)
Y pasó el tiempo
Y el colegio tuve que dejar
Con mil recuerdos
Que en mi mente Siempre quedarán
Del profesor que yo me reí
Fue el que me enseñó la realidad … Sí…
Sé que no es fácil olvidar
Ni la luna, ni el cielo, ni el mar Siquiera lo podrá igualar
Ni las estrellas Podrás encontrar
La vida Que él nos da
Por eso canto Y mi mensaje Quiero hacer llegar
Sé que es humilde Más con el alma Se lo voy a dar
Es para usted En nombre de Dios
Es para el maestro con amor
Es para usted Que nos guió
Ni la luna, ni el cielo, ni el mar Siquiera lo podrá igualar
Ni las estrellas Se lo cantarán
Al maestro Con amor…
• Canción “Al maestro con cariño” en la versión española por la cantante peruana Kela Gates con el grupo musical Los Belkings. (Versión en inglés por la cantante Lulú)
Por último, en un próximo envío, les dejaré una selección básica respecto de la música rock y la Nueva Canción Chilena

No hay comentarios:

Publicar un comentario