Porque escribir

…“Rinaldo, Rinaldo te estamos esperando, ahora vamos a hacer un tema de Rinaldo, poné más agudo esto”… “Hola, hola, hola, parezco un político. No se escucha parece…Bueno, este, yo voy a hacer un tema que se llama La Niña… Esteeee… La niña es, …esteee… es muy dulce, muy mansa… ¡Que pasa!, ¡que pasa!, hola, hola. Bueno,… escucha la letra porque yo, esteeee, mejor cuando se escribe que cuando se habla... Y después queda, ¡viste!....”

Rinaldo Rafanelli, en concierto de despedida Sui Generis 1975

lunes, 5 de enero de 2015

SOBRE "LA ALDEA DE LOS MOLINOS DE AGUA"

La cosa empezaba con Akira Kurosawa, si no  me equivoco. Un día, en los encuentros de cine en casa de María organizados por la Universitas Albertiana, la gente compartía animosamente durante la previa, unos picapicas por aquí, vino y jugos por allá, la invitación que le daba sentido a la película, la película en sí y luego, entretenidas reflexiones sobre el sentido que encontramos en la cinta vista. 

Un día propuse iniciar con un corto, me rondaba hace rato ya la historia de la aldea de los molinos de viento,su delicada sencillez, la épica de los molinos, la simbología que hay en la historia respecto de su girar, que también hacen recordar las lecturas del Quijote y su sentido épico respecto de lo que los molinos representaban. 

Vaya, los enlaces que establece nuestro cerebro, los molinos harineros de Nueva Imperial a mediados de los 80, el molino Thiers, las carretas, los caminos de tierra y los caminos de carreta paralelos a los caminos de tierra, la belleza de un campo que se extendía con júbilo a través de los cerros y pajonales casi sin oposición, abiertos los campos, los árboles altos indicaban los límites y a veces, sólo a veces, una que otra reja de alambres púas. 07: 30 de la húmeda mañana en un camino rural de la comunidad Tranamil-Rulo. El Tata Vital y yo, caminando delante de la carreta, prácticamente atestada de sacos de trigo y algo de linaza, rumbo al pueblo. La fotografía de un niño de 12 años en la casa de sus abuelos, libre, feliz, expandiéndose.

Y comenzó el corto, el trino de los pájaros, el fluir de un caudal, el desconocido observando el girar de las palas de dos molinos, los niños saludando al desconocido. Los niños cruzan puentes que hoy causarían el terror de algunos padres, y el cruzar esa barrera también puede ser entendido como el tránsito por sobre la dureza de los viejos paradigmas. Busquémosle sentido a ese puente, a ese fluir vigoroso del agua debajo del puente, a las culturas expuestas, a su diferencia conceptual. ¿Qué clase haríamos con esta cinta?, ¿Cuál sería nuestro tema?, ¿Qué sentido le daríamos?. ¿Cómo la organizaríamos?. ¡Uff!.

El diálogo tan abierto que provocó el corto casi hace abortar a la película de fondo. Todo un éxito, y no logro recordar cuál fue la película que vimos posteriormente. En las siguientes sesiones mensuales continuamos con los otros sueños, unos de mejor provocación de diálogos interesantes que otros.

Tarea para la casa.
Imágenes de nuestra propia y chilena aldea de los molinos de agua.
Única Pista: Se encuentra en la Sexta Región

Escena final de "La Aldea de los Molinos de Agua" de Akira Kurosawa

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